"Lo que sabemos de la crisis mundial es que no sabemos
Mucho."
Paul Samuelson
Acapulco.- La crisis económica que debilitó o destruyó a muchos bancos en Estados Unidos y otros países no afectó realmente a la mayor parte de la banca mexicana. Entre septiembre de 2008 y diciembre de 2009 hubo, de hecho, incrementos en el crédito total y en la captación tradicional. Casi todos los bancos continuaron invirtiendo en nuevos cajeros automáticos, aunque Banamex fue una notable excepción. El capital total de los bancos tuvo también un aumento importante.
Los indicadores disponibles muestran que los once mayores bancos del país registraron un crecimiento cercano al 5 por ciento en su crédito total en los 15 meses de la crisis. La cifra es muy positiva si consideramos la fuerte contracción de la economía nacional en ese lapso. Este crecimiento, sin embargo, es parcialmente reflejo de una expansión cercana al 30 por ciento en Banamex como consecuencia del traspaso de créditos de Citibank, Estados Unidos. BBVA Bancomer tuvo en este lapso una expansión de crédito cercana al 4 por ciento en tanto que Santander y HSBC registraron bajas de 15 por ciento. Notable fue el aumento de IXE, con más de 40 por ciento. Inbursa y Banco del Bajío tuvieron expansiones cercanas al 25 por ciento.
En captación tradicional, los 11 bancos de mayor tamaño tuvieron un incremento conjunto de 15 por ciento. Banamex registró un alza superior al 40 por ciento, IXE superó el 25 por ciento y Bancomer se colocó en 17 por ciento. Entre las instituciones más pequeñas, Bancoppel elevó su captación tradicional en cerca de 225 por ciento.
La mayoría de los bancos continuó aumentando el número de sus cajeros automáticos durante la crisis. Bancomer elevó los suyos en 630 y Banorte en cerca de 430. Banamex, sin embargo, disminuyó su número en casi 365 por una decisión expresa de reducir cajeros en zonas de poca rentabilidad. Algunos bancos pequeños, como Bansi y Afirme, tuvieron aumentos muy importantes en el número de sus cajeros.
Los 11 principales bancos del país tuvieron un incremento de 20 por ciento en su capital total entre septiembre de 2008 y diciembre de 2009. Esto refleja un intento por fortalecer su posición en un momento de incertidumbre económica y de incremento de la cartera vencida. En los bancos pequeños el aumento fue mucho mayor, destacando los aumentos de más de 100 por ciento de Wal-Mart y Monex.
El CAT, el costo anual total, de las tarjetas de crédito clásicas de los bancos fue muy variable en el período. Bancomer registró un nivel de 35 por ciento, Banamex de 47, Santander y HSBC de 55 e IXE de 58. Banorte tuvo la cifra más baja con 18 por ciento. El promedio de los bancos más importantes fue cercano al 45 por ciento. Entre los bancos pequeños el promedio fue de 60 por ciento, aunque el CAT de Bancoppel rebasó el 90 por ciento.
Las cifras nos muestran un negocio bancario razonablemente estable y sano entre septiembre de 2008 y diciembre de 2009 en México. Si consideramos la contracción de la economía nacional y los problemas de la banca de Estados Unidos y otros países podemos sentirnos satisfechos de lo logrado aquí.
La razón fundamental es que los bancos mexicanos no estaban sobreextendidos en sus carteras de crédito y en particular en las hipotecas que fueron el inicio de la crisis en Estados Unidos. El relativo subdesarrollo de nuestro mercado bancario, siempre motivo de queja, nos salvó en esta ocasión de un quebranto mayor.
Muchos empresarios y académicos aseveraron cuando se firmó el acuerdo comercial con Japón que México no podría competir. Según información de IQOM, Inteligencia Comercial, empero, el comercio bilateral ha aumentado en 57.9 por ciento en estos cinco años. Las exportaciones mexicanas a Japón crecieron más que las realizadas a otros países. La mayor parte de las importaciones mexicanas de Japón, por otra parte, son insumos que se transforman en México y se reexportan a Estados Unidos.
