De nuevo. Equipos de la plataforma de perforación alistaban su regreso a las labores de limpieza ayer.
Los barcos que participaron en la limpieza de petróleo derramado en el Golfo de México se alistaban para regresar a las labores mientras los restos de la tormenta tropical "Bonnie" se desbarataban sobre la zona.
Todavía se esperaba, sin embargo, algo de mal tiempo mientras los remanentes de la tormenta -ahora apenas una depresión tropical- se desintegran sobre el Golfo tras cruzar la península de Florida.
Decenas de barcos salieron de la zona el viernes antes de la llegada del meteoro, a pedido del almirante retirado de la guardia costera, Thad Allen, a cargo de las operaciones federales en el derrame.
Sin embargo, para el amanecer de ayer, los equipos de la plataforma de perforación de un pozo de alivio que inyectará barro y cemento sobre el pozo dañado para sellarlo ya se preparaban para regresar, dijo el portavoz de BP Steve Rinehart.
"Fue un cambio más rápido de lo que parecía cuando se pronosticó que la tormenta sería más grande y más intensa", dijo Rinehart.
Casi todos los barcos que trabajaban en el sitio del pozo averiado estuvieron fuera del paso de la tormenta "Bonnie". La campana de cierre que ha contenido el derrame por 8 días quedó cerrada y no había temor que la tormenta causase problemas con ella porque está kilómetro y medio bajo la superficie del mar.
"Bonnie" tocó tierra en el sur de Florida el viernes por la mañana como una debilitada tormenta tropical, con vientos máximos sostenidos de 40 kilómetros por hora.
Se debilitó aún más al cruzar la Florida y apenas era una depresión tropical al llegar al Golfo. Los meteorólogos dijeron que seguía debilitándose mientras se acercaba al lugar del derrame.
Además, el administrador del fondo de compensación que creó BP para indemnizar a las víctimas, Kenneth Feinberg, informó que BP retrasa el pago a los afectados.