Motivos. Para una madre sacar adelante a sus hijos es motivo suficiente para esforzarse diariamente aunque el trabajo sea pesado. ARMANDO ACEVEDO / EL SIGLO DE DURANGO
"Es bonito ser mamá, vale la pena luchar por los hijos", dijo sin dudar Olga Lidia Luna Atién, cuya principal ocupación es mantener a sus tres niños ella sola, pues su esposo la dejó.
Olga tiene 25 años y se dedica a barrer las calles de la ciudad, un trabajo que agradece a Dios tener, sobre todo, en estos tiempos en los que es cada vez más difícil encontrar empleo.
Además, recoger la basura que otros arrojan en la calle le da para poder alimentar y vestir a sus pequeños, un niño de nueve años de edad, una niña de seis y un bebé de dos años.
"Mi esposo me dejó hace dos años, después de que tuve a mi último hijo, desde entonces tuve que buscar la forma de llevar el sustento a mi casa, aunque debo reconocer que mi madre ha sido para mí de mucha ayuda".
Sabe que se acerca el Día de la Madre y eso le emociona; sus hijos hacen festival en la escuela y algo que a ella le llega mucho es escuchar las poesías que ellos preparan para este día, "dicen cosas muy bonitas".
Ella tiene a su madre y por ello se siente agradecida con Dios, pero ahora también sabe lo que es cumplir con ese papel y como muchas también hacerla de papá.
POR QUIEN LUCHAR
Haberse quedado sola no le fastidia la vida; sus hijos son lo primero y por eso poco le importa recorrer las calles con su escoba y carrito contenedor desde las dos de la tarde, la hora más calurosa y hasta cumplir su jornada.
Para Olga, en estos tiempos de campaña, los políticos deberían comprometerse a ayudar más a las mujeres solas, "yo tengo a mi mamá que me ayuda y mi prima que me cuida los niños, pero hay mujeres que no tienen a nadie", lamentó.
Con la voz quebrada, mencionó: "yo batallo para alimentar a los míos, pero hay mujeres que sufren por no tener nada que poner en la mesa a la hora de la comida".