El actor inglés Jude Low se dejó crecer el bigote para interpretar la nueva versión de la cinta 'Sherlock Holmes'.
Se le conoce como schnurrbart en Alemania, moustache en Francia, baffi en Italia, bigode en Portugal y bigote en los países de habla hispana.
Todas estas palabras se refieren a la vellosidad que crece en la cara de los hombres entre el límite inferior de la nariz y el labio superior, mismo que podría volver a estar de moda.
Su nombre quizá proviene del término alemán bei Gott! traducido como ¡Por Dios!, un juramento que hacían los soldados alemanes de la época de Carlos V, mientras se llevaban la mano a la zona facial, justo entre el labio superior y el corte de la nariz.
A lo largo de la historia, el bigote ha sido considerado símbolo de hombría y virilidad; también ha sido indicativo de clase social, autoridad, según el momento y la sociedad donde se le ubique.
ESTILO Y MASCULINIDAD En los años 20s, el estilo masculino más elegante consistía en vestimenta negra, sombrero, bigote y monóculo. En los años 40s y 50s, el mostacho se volvió a poner de moda, sobre todo gracias a los galanes de la industria del cine, como ocurrió con Clark Gable, gracias a su personaje en 'Lo Que el Viento se Llevó' (1939).
Años más tarde (70s y 80s), el bigote volvió a convertirse en signo de estilo y masculinidad evocado -otra vez- por los actores del cine y la televisión, a quienes aportaba fuerza, carácter, personalidad y credibilidad.
Robert Redford personificó a un sexy pistolero bigotón en la cinta Dos Hombres y un Destino (1969), la cual contribuyó a fortalecer la imagen que enamoró a más de una generación. En esta película compartió créditos con Paul Newman, otro guapo de antaño, quien presumió un bigote elegante, atractivo y muy a la moda en el filme 'El Color del Dinero' (1986).
En los 70s y 80s fueron dominadas por hombres machos, los cuales lucían un bigote que los hacía lucir más masculinos, como Tom Selleck en la serie Magnum, investigador privado.
LOS NUEVOS BIGOTES En los últimos años, varias celebridades han intentado volver a poner en boga al bigote. Viggo Mortensen lo lució luego de volverse muy popular gracias a la saga 'El Señor de los Anillos'. También Matt Damon tuvo que dejarlo crecer para el rodaje de una de sus recientes películas; a DiCaprio se le vio con este look en la presentación de la cinta 'Revolutionary Road'; el castaño Orlando Bloom lo lució unos cuantos meses.
Hoy, son muchos los famosos, sobre todo actores de Hollywood, quienes se han apuntado a la tendencia de dejarse bigote, ya sea por gusto personal, o por requerimiento de algún personaje como Brad Pitt para 'Inglourious Basterds', Jude Law para 'Sherlock Holmes', Robert Pattinson para 'Little Ashes', y el rudo Daniel Day Lewis en 'Pozos de Ambición'.
En todos los casos, el bigote no es un look muy juvenil, suma más años de los que en realidad se tienen, al tiempo que aporta severidad y virilidad.
