Una lucha sin cuartel se dio en la Bombonera en la capital pampera. (EFE)
Buenos aires, argentina.-El Boca Juniors ha salvado un semestre negro, que culminará de todas maneras lejos de un título, al derrotar al River Plate por 2-0, con dos goles del chileno Gary Medel, en la continuidad del clásico del futbol argentino suspendido el domingo pasado por la lluvia a los diez minutos.
Un intratable Medel, en su mejor partido con la camiseta azul y oro desde su fichaje en 2009, pese a su expulsión a los 80 minutos, marcó a los 24 y 53 de un choque que no dio posibilidades a Martín Palermo de anotar y convertirse en el mayor goleador de la historia del Boca Juniors.
Los aplausos del seleccionador Diego Maradona en su palco de "La Bombonera", al que volvió tras un año de ausencia, estuvieron dedicados a un Boca Juniors que recuperó su imagen de equipo aguerrido y que hizo gala de un temperamento que había perdido en los últimos tiempos.
El encuentro, correspondiente a la décima jornada, se reanudó con las bajas de los laterales boquenses Hugo Ibarra y Claudio Morel, el primero lesionado en un entrenamiento y el paraguayo con un malestar estomacal, y el debut oficial en el equipo del central colombiano Breyner Bonilla, que aprobó el examen y salió lesionado a los 67 minutos.
Un Boca Juniors encendido abrió el marcador a los 24 minutos con un remate raso del chileno Medel, que superó en velocidad a una irresoluta defensa del River, tras un impecable y profundo tiro libre de Juan Román Riquelme.
El Boca, que en nueve jornadas solamente había conseguido ocho puntos contra 12 de su rival, propuso lucha en el centro del campo, tuvo más carácter que juego y con eso le alcanzó para cortar los circuitos de un River que dependía de la creatividad de Gallardo y del paraguayo Rodrigo Rojas para progresar en el campo. El medio centro Jesús Méndez y Medel destacaron como pilares de esa estructura.
