Con una marcha multitudinaria por las calles de Tuxtla Gutiérrez, con proa hacia las oficinas de la Comisión Federal de Electricidad, a cuyas puertas se arrojaron miles de recibos, los chiapanecos iniciaron la semana pasada una insurrección contra la paraestatal, a quien acusan de abusos sin fin.
Convocada por la Asociación Civil "Dos Valles Valientes", la protesta es la punta de lanza para una acción de desobediencia civil. Los inconformes depositarán en juzgados los pagos exigidos... bajo una tarifa que consideran justa. Más aún, la presión apunta al Congreso local, a quien se exige un punto de acuerdo para exhortar al Congreso de la Unión a reformar el artículo 27 de la Constitución, a fin de permitirle a Chiapas crear su propia empresa pública para generación eléctrica.
Una CFE chiquita, pues, para el consumo local.
La propuesta concreta habla de dejar la redacción del artículo de la discordia bajo el siguiente tenor: "La propiedad de las tierras y las aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacional corresponde originalmente a la nación, la cual ha tenido y tiene el derecho de transmitir el dominio de ellos a los particulares o a los estados que cuenten con aguas suficientes en sus presas hidroeléctricas para que éstas puedan producir su propia energía eléctrica en beneficio de sus habitantes".
De ese tamaño es el enfrentamiento.
Detrás de la radicalización de un movimiento iniciado hace cuatro años, cuando la paraestatal empezó a cobrar recibos de tres, cuatro y hasta 12 mil pesos a campesinos sin más consumo que un amarillento foco y un aparato de radio, está la que para sus dirigentes constituyó una catarata de agravios.
De entrada, la justificación de la Comisión Federal de Electricidad, además del consabido robo de energía por parte de predios anexos; la descompostura de medidores, o los errores de dedo de los operadores, era que el Gobierno de Chiapas le debía facturas millonarias que se arrastraban desde 1994.
Se diría pues, que había que prorratear el cargo entre todos los chiapanecos, sean propietarios de tortillerías, molineros, productores de papel o simples habitantes de un jacal de adobe.
Sin embargo, en su tercer informe de gobierno, Juan Jesús Sabines Guerrero anunció que el pago se había saldado vía una aportación de 300 millones de pesos.
Más aún, a la luz del cumplimiento se había firmado un convenio con la empresa paraestatal para ofrecer "tarifas preferenciales" a los usuarios de escasos recursos.
Según ello, quienes consumieran hasta 100 kilowatts-hora, cuya tarifa era de 68 pesos, bajo el esquema "Luz solidaria" el pago sería de 41 pesos. Más aún, el Gobierno local otorgaría un subsidio por vía directa a la Comisión Federal de Electricidad, para dejar la tarifa en sólo 20 pesos.
Casi el paraíso.
El caso es que el compromiso no se cumplió.
Peor aún, la paraestatal encabezada por Alfredo Elías Ayub elevó sus tarifas a niveles que se ubican en 12 veces lo que se estaba pagando.
La protesta llegó al Palacio de Gobierno, en una de cuyas salas, denominada "Juan Sabines Gutiérrez", se firmó un acuerdo entre el Gobierno local y la CFE, vía el cual ésta se comprometía a realizar inspecciones domiciliarias a fin de aclarar los pagos exagerados. El caso es que éstas tampoco llegaron.
La mula, pues, no era arisca. En su insurrección, los chiapanecos alegan que en su territorio se ubican las cuatro presas hidroeléctricas más grandes del país, es decir, Chicoasén, Malpaso, La Angostura y Peñitas, sin que ello les reditúe beneficio alguno.
Más aún, se alega que mientras clínicas y hospitales del sector social ubicados en regiones agrestes se paralizan al cortárseles la energía eléctrica, provocando la postergación de operaciones y la pérdida de vacunas, la CFE no le paga al Gobierno local un centavo por concepto de predial... de las presas utilizadas.
Tampoco lo hace por la instalación de postes, cableados y torres.
En paralelo, se quejan de que los miles de empleados de la paraestatal no pagan la energía que consumen.
El foco rojo, pues, se encendió al máximo.
Chiapas contra la Comisión Federal de Electricidad.
Colocado en su momento en línea para alcanzar la presidencia del Consejo Coordinador Empresarial, tras una dirigencia eficaz al frente del Consejo Nacional Agropecuario, Jesús Vizcarra perdió en la recta final por sus nexos con la clase política priista, lo que signó su destino.
En adelante, el presidente del grupo Viz, quien bajo la marca SuKarne vende uno de cada siete kilos de carne que producen en el país, se dedicaría de lleno a la política, en la meta de ser gobernador de Sinaloa. En la ruta llegarían una diputación federal, la Secretaría de Desarrollo Económico de la entidad federativa y la Presidencia Municipal de Culiacán, antes de llegar a la anhelada postulación.
El obstáculo fue su relación peligrosa con el gobernador.
PREMIO MAYOR A TELEVISA
La semana próxima la Secretaría de Comunicaciones y Transportes le entregará al trinomio integrado por las empresas Televisa, Telefónica México, filial de la de España, y Megacable, el título de concesión con que podrá operar una nueva red nacional para telefonía fija y banda ancha.
Esta, integrada con dos hilos de fibra óptica oscura de la Comisión Federal de Electricidad, tendrá una extensión de 19 mil 465 kilómetros.
La red se divide en tres rutas: Pacífico, con 8 mil 12 kilómetros, abarcando de Baja California a Oaxaca y alcanzando dos tramos no conectados al resto del país en Baja California Sur.
La segunda, conocida como Centro, alcanza 5 mil 780 kilómetros, más segmentos complementarios, abarcando de Chihuahua a Chiapas, con acceso a Guatemala por Tapachula.
La última (Golfo), con 5 mil 560 kilómetros, tiene dos salidas a la frontera norte por Nuevo León y Tamaulipas, alcanzando la península de Yucatán con salida al cable submarino que conecta con Florida.
SE APUNTALA TMM
La noticia es que en afán de apuntalar las opciones de la firma Transportación Marítima Mexicana de cara a la recuperación económica del país, acaba de recibir una inyección de capital vía la compra de un paquete adicional de acciones por parte de uno de sus socios.
Estamos hablando de Miguel Alemán Velasco.
CRECE HERRADURA
Durante este año la Casa Herradura Brown-Ferman invertirá 65 millones de pesos en la ampliación de sus instalaciones en la legendaria hacienda de Amatitán, Jalisco, lo que le permitiría desarrollar nuevos productos.
La firma, además de la marca tradicional, exporta los tequilas Pepe López y Don Eduardo a más de 45 países.
Este año la empresa cumple 140 años de vida, aun cuando sólo tres desde su adquisición por parte de Brown-Ferman, quien le ha invertido hasta hoy 255 millones de pesos.
