Horas de angustia. Para no perder detalle del encuentro de México y Uruguay ni clientela, don Eustacio llevó su televisor.
Una vez más, las actividades tanto dentro como fuera de la Presidencia Municipal se paralizaron durante el encuentro de la Selección Mexicana contra Uruguay. Los televisores no podían faltar ni en las dependencias ni en los negocios por pequeños que fueran.
Como en el de don Eustacio Guerrero, quien desde hace 20 años es bolero y para no perder detalle ni clientela, salió de casa con televisor en mano. "No queríamos perder detalle. Boleando y viendo", dice aún molesto el comerciante ante la derrota del equipo mexicano.
Vistiendo su camiseta de la Selección, dice "teníamos otra perspectiva de nuestro equipo, pero una vez más no se sacudieron esa mediocridad que traen en sus playeras y no jugaron con la mentalidad de ganar-ganar".
En el puesto de tacos de Allende y Sarabia, tampoco podía faltar un televisor. Aunque no es fanático del fútbol, Raúl López lo llevó hasta su negocio "para consentir a su clientela".
Al interior del edificio municipal, durante el encuentro toda actividad se paralizó. Aunque las dependencias no fueron abandonadas, el personal no perdía detalle del juego. El silencio que predominaba se rompía con las llegadas a gol de los jugadores mexicanos.
Después de dos horas de angustia, la actividad volvió a la normalidad. A diferencia del partido anterior, ahora las caras de tristeza y enojo, se podían ver en cualquier lugar.
EUSTACIO GUERRERO
Bolero