El Instituto Estatal de Educación para los Adultos (IEEA) ofrece alfabetización y educación primaria y secundaria dentro del Programa de Atención para Jornaleros Migrantes a 70 personas provenientes del sur del país y que laboran en una empresa agroindustrial de San Pedro.
Gandhi Flores Marmolejo, responsable de la oficina regional de Comunicación Social del estado en esta ciudad, informa que las personas que son atendidas en el aspecto de educación básica provienen de varias entidades, como Hidalgo, San Luis Potosí, Oaxaca, entre otros.
"El objetivo es que las personas aprovechen su estancia en la región, ya que permanecen desde abril a septiembre cada año y quienes no saben leer ni escribir, se alfabeticen; aquellos que no tienen terminada su primaria o secundaria, también lo puedan hacer a través del sistema de enseñanza abierta.
"Las clases o asesorías se imparten los sábados por la tarde y los domingos, de tal manera que no interfieran en su trabajo. Por ahora hay 70 personas de las empresas Hortalizas de La Laguna y Agrodesert, pero la meta es que a septiembre se hayan atendido unos 500 jornaleros", menciona la servidora pública.
Desde que arrancó este programa en San Pedro, hace ocho años, destaca Flores Marmolejo, se han certificado alrededor de 200 personas en alfabetización, primaria y secundaria. "Los jornaleros son de ambos sexos, aunque predominan en cantidad los hombres, pues son pocas las mujeres que se dedican a esta actividad".
Desde hace ya varios años, pequeños propietarios contratan jornaleros del sur del país, pero vivían en malas condiciones de higiene y muchos de ellos enfermaban por desnutrición, lo cual motivó diversos brotes de inconformidad.
La madrugada del 24 de julio de 2006, alrededor de mil 900 jornaleros agrícolas huyeron de la pequeña propiedad Las Ánimas, del municipio de Madero, en las inmediaciones del ejido La Virgen, que colinda con Jauja, Durango, cuando 40 de sus compañeros incendiaron dos grandes naves de lámina que servían como dormitorios, además de una camioneta, en protesta por las condiciones infrahumanas en que viven en ese lugar y el maltrato de los mayordomos.
A raíz del conflicto mencionado y otros, las autoridades se ocuparon de los jornaleros, quienes ahora tienen mejores condiciones de vida.
