A la baja. Saúl es catedrático en la universidad pero a raíz de las alzas a los impuestos, recibe un menor sueldo.
Omar Morales es enfermero y tiene 31 años. Está casado y tiene dos hijas, Deidad y Nirvana, de 8 y 3 años, respectivamente. Vive en casa propia, que paga a través de un crédito de Infonavit, en la Ampliación Lázaro Cárdenas.
Menos mandado
Su gasto principal en la casa son las colegiaturas. Dijo que las alzas en los productos les han pegado principalmente en la gasolina y en el supermercado, porque si antes gastaban de 500 a 800 pesos de mandado, ahora es mucho menos.
"Desde mediados del año pasado empezamos, nos pegó duro ahora con los incrementos de la gasolina, en el coche vimos mucha diferencia en el gasto", comentó.
Su casa cuenta con los servicios básicos, además de cable, teléfono e Internet. Omar señaló que durante tres meses decidieron suspender el cable y el Internet en un afán de reducir los gastos en la casa, pero por cuestiones de que las niñas lo requerían para las tareas y porque obtuvieron una promoción con el 80 por ciento de descuento, los volvieron a reactivar. Sin embargo, confesó que ha estado tentado a suspenderlos nuevamente.
Omar confía en que 2010 sea un mejor año que el anterior en términos financieros y como la Secretaría de Salud abrirá pronto un nuevo hospital en la Región Lagunera, buscará que se le tome en cuenta para un trabajo de planta.
Saúl Ramos, encargado de la oficina de Responsabilidad Universitaria en la Ibero, es padre de dos niños, de 5 y 9 años, Darío Guillermo y Saúl Isaac.
Se reduce el ingreso
A sus 43 años, cuenta con estudios de maestría. En su hogar, tiene los servicios básicos, además de Internet, cable y teléfono. Su principal gasto es en alimentación, servicios y la educación de sus niños.
Desde el año pasado, Saúl ha notado una diferencia considerable en cuanto al rendimiento de su sueldo, pues ahora le queda menos que antes de que se comenzara a hablar de la crisis económica.
Su sueldo le alcanza para sostener a su familia sin necesidad de otro ingreso, pero desde hace unos meses ha tenido que hacer ahorros para que el recurso rinda como antes.
"Les he dicho a mis hijos que los ahorros que tengamos en los servicios, en la luz, agua y teléfono, ese dinero se puede ir a diversión, si llega el recibo mensual entonces la diferencia de un recibo de un mes a otro lo podemos utilizar para ir al cine, o para ir a cenar", explicó.
La familia también consintió ajustes en los servicios como bajar la velocidad del Internet o reducir los canales de cable.
"Alcanza menos el dinero porque todo ha subido y el ingreso ha bajado", expuso. Para Saúl, el panorama en 2010 es complicado, pues además de la crisis económica, está la crisis social, la violencia y la inseguridad.