Descontrol. El descontrol fue tal que Los Ángeles llegó a tener más dispensarios de marihuana que cafés Starbucks, a razón de 1,000 a 1.
Los vándalos atacaron a la mitad de la noche. Lanzaron bombas Molotov por las ventanas de dos negocios que distribuyen marihuana con fines médicos y pintaron con aerosol en un muro: "No en nuestro pueblo", justo antes que la asamblea del condado de Billings abriera una sesión en la que supuestamente contemplaría prohibir la apertura de nuevos expendios de la hierba.
Montana y otros estados que han legalizado la marihuana con fines médicos enfrentan consecuencias indeseables, ante el aumento de la indignación pública y el hecho que algunos políticos han debido aprobar leyes que frenen la proliferación de dispensarios y pongan orden.
Las autoridades buscan evitar lo que ocurrió en California, que permitió el crecimiento de la industria de la marihuana. El descontrol fue tal que Los Ángeles llegó a tener más dispensarios de marihuana que cafés Starbucks, a razón de 1,000 a 1.
"Sí, está fuera de control, y esto necesita control o se extinguirá", dijo el senador por Montana, Mim Shockley.
Catorce estados han legalizado la marihuana con fines médicos. Pero muchos de estos estados aprobaron sus leyes sin afinar los detalles. Y no estaban listos para el auge de los establecimientos que se presentó este año, después que el Gobierno del presidente Barack Obama anunció que no buscaría procesar a los usuarios de marihuana con fines medicinales.
En algunos lugares, autoridades y líderes se quejan que hay demasiados dispensarios, que los compradores y vendedores son víctimas de robos, que aumentan las detenciones por conducir drogados y que la hierba se vende en forma indiscriminada.
Algunos gobiernos buscan imponer una regulación a toda prisa.