El senador perredista se refirió a la frase del presidente Calderón emitida este martes, en el sentido de que Andrés Manuel López Obrador 'es un peligro para México'. (Archivo)
El coordinador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Senado, Carlos Navarrete, opinó que el presidente Felipe Calderón pretende influir indebidamente con sus declaraciones en las próximas elecciones del 2012.
El senador perredista se refirió a la frase del presidente Calderón emitida este martes, en el sentido de que Andrés Manuel López Obrador "es un peligro para México".
Navarrete fue más allá, y dijo que se trata de una agresión directa para los perredistas y los mexicanos que votaron por el tabasqueño.
"Para los dirigentes y militantes del PRD, y para millones de mexicanos que fuimos agraviados en la elección del 2006, esta declaración de Felipe Calderón es una agresión directa, porque no va dirigida solamente contra quien fue nuestro candidato presidencial, sino contra los casi 15 millones de electores que respaldaron la propuesta política que presentamos", sostuvo.
Para el PRD en el Senado -dijo- "es inaceptable la regresión que se ha hecho el día de ayer y nos parece que el titular del Ejecutivo debe rectificar el comportamiento que mostró".
Navarrete dijo que es inexplicable que cuando más se requiere de serenidad para enfrentar las adversidades, el titular del Ejecutivo decida "hurgar las heridas" y la polarización que provocó en el 2006 "con la ratificación de esa frase mercadotécnica y descalificadora hacia uno de los candidatos en contienda".
"Repetir la frase, endilgársela nuevamente a un dirigente opositor de izquierda y ratificar el ataque del 2006 diseñado por publicistas con toda la intención de dañar la imagen de uno de los contendientes, es la peor manera de preparar el proceso sucesorio del 2012", sostuvo el senador.
Explicó que pareciera que el presidente pretende influir en la elección del 2012, "violando incluso la disposición legal que establece que la propaganda negra está prohibida", de acuerdo a la reforma aprobada por el Congreso de la Unión.
Navarrete sostuvo que en momentos en que el país "navega por aguas turbulentas" y en los cuales la recuperación económica no es un hecho, resulta lamentable que Calderón haya decidido "mirar hacia atrás y abrir las heridas que dejó el proceso electoral del 2006".