Contraste. Entrevistados dijeron que no han comprado pescados y mariscos en esta Cuaresma porque pasan mucho tiempo congelados y otros prefieren comerlos en restaurantes al ser más económico. Sin embargo, desde el jueves pasado los establecimientos donde se vende este grupo de alimentos fueron saturados por cientos de personas que esperaron horas por su pedido, al igual que por el pan.
Ante los elevados precios de los productos del mar, la ciudadanía ha optado por consumirlos en restaurantes, donde ahorran hasta la mitad de dinero en comparación si los cocinaran en casa.
Otros los han omitido en Semana Santa por el tiempo de refrigeración y, por supuesto, los precios elevados.
DE CADA AÑO Desde el pasado jueves se observaron las filas interminables afuera de las pescaderías así como en el área respectiva dentro de las dos principales tiendas de autoservicio de la ciudad.
Hubo quienes esperaron hasta dos horas por el pan blanco porque éste se terminaba, a la par de los que pasaron más de media hora en espera de su pescado o camarones. Algunos ni se fijaban en el precio; el objetivo era llevar el alimento para no dejar morir la tradición. No faltaron los que se esperaron hasta ayer, antes de salir de paseo, para realizar sus compras, "se nos va a hacer tarde, hubiéramos venido anoche".
En contraste, la población prefiere comer en un restaurante del ramo que preparar los alimentos del mar en casa, "el kilo de camarones y pescado cuesta alrededor de 110 pesos, más el empanizador, aceite, venir a comprarlo y el tiempo de preparación; nos sale mejor comprar por 20 pesos dos o tres tostadas, o consumir un buen platillo por 65", explicó Joaquín Lugo, quien hasta en promedio gastó 30 pesos en estos lugares por su esposa y él.
"Todo está muy caro (...) desde el pescado hasta el pan", opinó Valeria Martínez al salir de un centro comercial, donde acababa de surtir su despensa para los días santos y en su pago se percató del encarecimiento de sus insumos. Una de las tantas amas de casa que conserva la costumbre.
"He escuchado que los precios están muy altos, me enteré por la televisión", comentó Francisca Ríos, quien no ha comprado alimentos del mar esta temporada porque no son de la preferencia de su familia.
Para quienes incluyen los productos frescos en su dieta cotidiana no representa un impacto considerable el incremento, el cual se dispara en Cuaresma; es el caso de Sara Díaz, "no se igualan a los de años pasados". La diferencia era mayor.
LOS PREFIEREN FRESCOS Otras personas optan por no comer pescado en Cuaresma debido a la dudosa calidad del producto; "no hemos consumido porque lleva congelado muchos días y nos gusta fresco", subrayó Alberto López. Los establecimientos comerciales almacenan grandes cantidades de mercancía por varios días.
El entrevistado refirió que sí ha comprado camarones y el incremento ha sido hasta por 40 y 50 pesos, según el centro comercial. El año pasado pagó 90 pesos por un kilo, y en éste de 120 a 130.
Ahorro
Debido al precio elevado de pescados y mariscos, los habitantes han manifestado preferir comer en restaurantes.
Exceso
El camarón se encareció este año entre 40 y 50 pesos; consumidores reportaron haberlo adquirido en 2009 en 90 pesos y éste en 130.
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JOAQUÍN LUGO
ALBERTO DÍAZ
