Los resultados de este estudio se dieron a conocer apenas el pasado mes de junio al Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (Simas).
El incremento en los niveles de arsénico en el agua de la red del Simas Torreón ha ocasionado que actualmente, un 53 por ciento de la población que habita la zona urbana utilice el agua de garrafón para beber, ya sea como única alternativa o bien en combinación con agua de la llave.
Y aunque existe conciencia del grave problema de contaminación por arsénico, todavía un 43 por ciento de la población sigue tomando el líquido directamente de la llave por carecer de recursos para adquirirla de otras fuentes.
Un estudio técnico-económico realizado por personal del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) que tuvo duración de un año y costó alrededor de 4 millones de pesos procedentes del Fondo Metropolitano de La Laguna, indica que la percepción ciudadana en Torreón es de preocupación por la calidad del agua que ingiere.
Pero un aspecto en el que se hace énfasis es que pese a la inquietud, lo más importante es tener agua en cantidades suficientes y de manera oportuna, tanto para el consumo humano como para uso doméstico.
Los resultados de este estudio se dieron a conocer apenas el pasado mes de junio al Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (Simas).
El IMTA propone además cinco soluciones para la remoción de arsénico en el agua.
El documento indica también que del 53 por ciento de la población que consume agua de garrafón, la mayoría lo hace hace a razón de 2.4 recipientes a la semana. Pero considerando la compra de agua purificada y el pago del recibo del Simas, su erogación por este concepto es de 181 pesos el mes en promedio.
El muestreo realizado por los especialistas de este organismo señala además que el 48 por ciento de la población estaría dispuesta a "transferir" el pago de los garrafones a los sistemas de agua si les garantizaran que el líquido se puede beber.
No obstante, durante los últimos tres años y de acuerdo con monitoreos realizados por el propio organismo operador, los niveles de arsénico han subido de manera que de 13 pozos que en 2007 rebasaron la Norma Oficial Mexicana (NOM) para arsénico, ahora son 19. De los 78 pozos que integran la red, esto representa un 24 por ciento.