La dieta de los niños que viven en comunidades indígenas cambió en los últimos 20 años. De alimentarse con productos naturales como el frijol, maíz y quelites, ahora consumen azúcares, grasas y sales combinadas además de refrescos, de acuerdo con una investigación hecha en la montaña de Guerrero para conocer el impacto de la comida "chatarra" en los hábitos de niños y jóvenes.
Un 33.7% de los estudiantes entrevistados respondió que pasa más de 3 horas diarias frente a la tv., revela la investigación realizada por el Poder del Consumidor, con colaboración de Grupo de Estudios Ambientales y la aportación de Oxfam México.
El sondeo se realizó en 400 niños de a una escuela primaria, una telesecundaria y una preparatoria del municipio de Chilapa de Álvarez, Guerrero, y comunidades aledañas, entre octubre 2009 y enero de este año.
El estudio advierte que este grupo indígena está cambiando sus caminatas y sus juegos en el bosque, por la tv., "en el que son bombardeados con 39 anuncios por hora, de publicidad engañosa por parte de la industria de los alimentos".
Se alerta que entre 50% y 70% de los estudiantes, siendo el grupo más alto el primaria, el primer alimento que consumen, en ayunas, es el refresco, por más de tres veces al día.
Para los nutriólogos, esta situación es grave porque el refresco es una fuente de energía, que quita el hambre, pero que causa graves daños a la salud de los niños con el paso del tiempo.
Estos pequeños que sufren desnutrición dicen están condicionados a ser adultos enfermos con algún tipo de padecimiento como consecuencia de una mala alimentación, producto de la comida "chatarra".
Frituras, dulces, galletas, alimentos preparados y jugos de marca, es la comida que consumen los estudiantes durante las horas que se encuentran en clases, en el que gastan aproximadamente 15 pesos diarios, que al mes significarían 300 pesos que podrían destinar en otras cosas que fueran útiles para ellos, de acuerdo con la encuesta.
ADICCIÓN, PEOR QUE LAS DROGAS Para Xaviera Cabada, coordinadora de esta investigación, las altas cantidades de azúcar, grasa y sal combinada provocan una fuerte adicción en los niños, más adictiva que la heroína y la cocaína.
Mientras que Abelardo Ávila, del Instituto Nacional de Salud Pública, afirma que la responsabilidad del cuidado de los niños en los planteles escolares es del Estado.
Marco Arana, del Instituto de la Nutrición en Chiapas, dice que la comida "chatarra" y los refrescos han "invadido de manera diabólica" las escuelas rurales del país, impactando principalmente a los niños de primaria y adolescentes.
"No es gratuita esa asociación entre directores de escuelas y refresqueras, con solapamiento del Estado".
Las organizaciones civiles coincidieron en que la regulación del Estado hacia este tipo de productos es blanda, y todo lo basan en acuerdos voluntarios, cuando se debería aplicar la legislación.
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PESOS
Diarios se gastan los niños en comida que no es nutritiva.