"Yo algún día sueño poder ver, leer o escuchar en un medio que hay dos partes. En una que estén los hechos o las noticias malas y en el otro lado de la página, las noticias buenas. Ya sabrá uno ponderar"
Felipe Calderón
Ayer fue asesinado Rodolfo Torre Cantú, candidato del PRI, el Partido Verde y Nueva Alianza al Gobierno de Tamaulipas. Las encuestas lo colocaban como favorito para ganar la elección del próximo 4 de julio. En el ataque fallecieron también el diputado Enrique Blackmore y cuatro personas más.
No es Torre Cantú el primer candidato asesinado en Tamaulipas en la actual campaña. El 13 de mayo el empresario José Luis Guajardo, candidato del PAN a la presidencia municipal de Valle Hermoso, fue ultimado con su hijo. El 4 de mayo fueron acribillados dos empleados de una estética propiedad de la precandidata del PRD a la presidencia municipal de Nuevo Laredo, Martha Porras Guillén. Los homicidas dejaron mantas con amenazas para ella y su hermana Perla, que administraba el negocio.
El PRI y el PAN se negaron a tener elecciones internas para la selección de sus candidatos en Tamaulipas porque no había condiciones de seguridad. Otros partidos no presentaron candidatos en algunos lugares del estado por las amenazas de violencia.
El Gobierno de la República ha tratado de minimizar la violencia. En la mayoría de los casos, dicen los funcionarios, quienes son muertos por el crimen organizado tienen relación con él. Ya en una ocasión, sin embargo, el propio presidente Felipe Calderón tuvo que ofrecer una disculpa pública tras calificar de pandilleros a los jóvenes masacrados en Villas de Salvárcar en Ciudad Juárez.
Varios funcionarios han afirmado también que el problema de violencia es una percepción creada por los medios. México tiene índices de homicidio inferiores a los de otros países e incluso a algunas ciudades de Estados Unidos. El sensacionalismo mediático ha creado una imagen falsa de México.
En Ixtapan de la Sal el 21 de junio el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, señaló: "Muchos países que han enfrentado el problema de delincuencia organizada, como Colombia, como los propios Estados Unidos, como España en relación al terrorismo, han coincidido que, al final, la manera de comunicar las tareas de seguridad y la manera de construir la percepción de la violencia incide en los niveles de violencia misma. Así Colombia hizo el famoso acuerdo por la discreción, en España los propios medios fijaron su manera de comunicar los actos terroristas y la política antiterrorista del Estado español."
No sólo a los medios responsabiliza el secretario por la percepción de violencia. A los miembros de la Comisión Nacional de Derechos Humanos les advirtió este 25 de junio que "deben ser perspicaces para no ser suspicaces". La tarea para la CNDH es "ni ser cómplices ni encubridores de las anomalías que puedan existir dentro de las instituciones de seguridad ni ser tontos útiles de una delincuencia a la que le sirve deslegitimar, perseguir, contener, condicionar, debilitar la acción de la autoridad." El cuestionamiento surge de la recomendación 36/2010 que mantiene que los niños Brayan y Martín Almanza Salazar fueron muertos por el Ejército a pesar de que la cúpula militar lo niega.
Hasta el 25 de junio el Reforma registra 5,478 homicidios relacionados con el crimen organizado en 2010. Sin duda se romperá el récord de 2009 de 6,587. En 2006 la cifra fue de 2,119. La percepción que están creando los medios aumenta. Lo curioso es que ya los periodistas locales se niegan a mandar reportes sobre la violencia a los medios nacionales, mientras que dentro de Tamaulipas reina el silencio producto del miedo.
Si quienes defienden los derechos humanos de las víctimas de la violencia son "tontos útiles", ¿cuál puede ser el calificativo de quienes buscan proteger a quienes cometen violaciones de derechos humanos?: ¿"abusados inútiles"?
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