El pelotero mexicano Jorge Cantú regresa a los Marlines con la idea de hacer una buena temporada y buscar brillar en el beisbol de las Grandes Ligas. (Jam Media)
México, Df.- La campaña 2009 no se trató de ninguna manera de un fin de semana fácil de olvidar para Jorge Cantú, cuando éste se vio forzado a modificar su mecánica para batear. Después de ser golpeado en la muñeca, la rigidez se incrementó y su poder se fue agotando poco a poco, forzando al antesalista de los Marlines a convertirse en un bateador más disciplinado.
"Tuve la manera de cambiarlo, eso creo", dijo Cantú, cuya producción de cuadrangulares cayó a 16, luego de que consiguiera 29 en 2008 cuando estableció su mejor promedio al bate (.289), así como el mejor porcentaje para embasarse (.345). "Estuve muy enfocado con los muchachos en posiciones de anotar. Podrías no sólo tratar de pegar el gran elevado. Sólo tienes que buscar los espacios".
"Y tienes que aprender del pitcher, aprender dónde los equipos juegan su defensa", señaló. Cantú, quien tiene 27 años, se posicionó como uno de los bateadores más consistentes en las pasadas dos temporadas con los Marlines, aunque no se nombre a Hanley Ramírez. Y mientras se restablece en el line up es seguro que esté detrás de Ramírez, el campeón bateador de la liga. La contribución de Cantú lo hace más que ofensivo. Su habilidad para jugar tanto la tercera como la primera base le han dado mayor flexibilidad a los Marlines -algo que puede volver a entrar de manera práctica si es que este año Gaby Sánchez, el líder en la batalla por el puesto en la primera base, se tambalea.
"No hay problema", señaló Cantú respecto a esa posición. "(El manager) Fredi (González) dijo 'estamos listos. Nos mantenemos trabajando como al principio'. Voy a seguir haciendo eso. Como el año pasado".
La mecánica de Cantú en el bat cambió después de que fue golpeado en la muñeca en un lanzamiento de un tercer juego de la temporada, posteriormente se fue apretando por jugar en la primera base para los Marlines en las siguientes series.
Permaneció una sensación de piqueteo que lo forzó a detenerse al momento de golpear la pelota, por lo cual se volvió más selectivo, recortando sus ponches de 111 (en 2008) a 81.
El coach de bateo de los Marlines, Jim Presley, observó a un jugador cuyo swing era más compacto, algo que dijo Cantú llevaría en la temporada 2010.
