Ingresaron a prisión ocho integrantes del un cártel de las drogas, como presuntos responsables de la masacre de 72 migrantes registrada en agosto pasado en San Fernando, Tamaulipas; además de enfrentar cargos por homicidio ante el asesinato masivo, los detenidos también son acusados de secuestro y delincuencia organizada, entre otros delitos.
Uno de los inculpados fue arrestado en la finca del ejido Huizachal, donde se localizaron los cadáveres de los indocumentados; el resto fueron detenidos en Tamaulipas en septiembre pasado, en dos operativos de la Secretaría de Marina (Semar). Al integrarse el expediente en su contra, un juez federal consideró que existían evidencias para girar las órdenes de aprehensión y enviarlos a la cárcel.
El grupo de migrantes fue secuestrado presuntamente por "Los Zetas" cuando polleros los trasladaban hacia Estados Unidos. El objetivo era obligarlos a pasar droga a ese país, pero al resistirse, los hombres armados los asesinaron; dos de las víctimas sobrevivieron, uno de ellos un ecuatoriano, quien a pesar del disparo que recibió logró llegar hasta un puesto de control naval y pedir ayuda.
Sus declaraciones permitieron a las autoridades ubicar el 24 de agosto pasado la finca que fue escenario de los asesinatos, donde fue detenido el primer sospechoso, originario de Veracruz.
ARRESTO Y LIBERACIÓN Durante las investigaciones del crimen, el 3 de septiembre, la Semar arrestó a 4 presuntos hombres armados, durante un enfrentamiento en las inmediaciones de San Fernando, Tamaulipas, y se descubrió una fosa clandestina con dos cadáveres (aún no identificados); asimismo, fueron liberadas tres personas secuestradas.
