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Casas de ira

SERGIO AGUAYO QUEZADA

El sábado 21 de agosto el despacho del alcalde de Jiutepec, Morelos, se llenó con las voces de los ciudadanos irritados con autoridades protectoras de los depredadores del medioambiente.

A Jiutepec lo gobierna el PRD, linda con Cuernavaca y su riqueza ambiental está siendo devastada. En un acto irregular y con aroma a corrupción, el cabildo aprobó el 22 de septiembre de 2009 el cambio de uso de suelo de cinco grandes terrenos. En uno de ellos la normatividad permite construir 47 casas y aprobaron 280 casas sin que exista agua, drenaje o vialidades adecuadas y se encuentra en una zona que ya se inunda con aguas negras. La constructora inició la edificación y los vecinos -entre los que me encuentro- se inconformaron, demandaron y fueron respaldados por medios entre los que destaca la cobertura dada por el programa radiofónico conducido por Gina Batista y Salvador Valora en Mix FM de Cuernavaca.

El empresario. El dueño de Casas Tecnourbe, Salvador Aguilera, se contuvo pero al final se desahogó: "informaremos a las otras constructoras que en Jiutepec los ricos no quieren que se hagan casas para los pobres".

Es loable construir casas de interés social y en esta década se ha modificado el paisaje urbano. La sustitución de milpas por unidades es consecuencia de una política agresiva; en el sexenio de Fox sólo el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para Trabajadores entregó más de dos millones de créditos. Algunas empresas se apegan a los criterios del "nuevo urbanismo" y entregan viviendas dignas en fraccionamientos bien pensados. La mayoría sólo va por la ganancia rápida sin importarles la calidad de los materiales, la construcción de tejido social, la preservación del medioambiente, los accesos o lo que piensan las comunidades afectadas. El método es sencillo: con cañonazos en efectivo "convencen" a autoridades para que cambien el uso del suelo y después logran que las autoridades reciban las obras irregulares.

El funcionario del gobierno morelense. Hugo Salgado es secretario de Turismo y coordinador del Gabinete de Desarrollo Económico Sustentable. Ha intervenido constantemente a favor de Casas Tecnourbe y ese sábado aclaró que estaba ahí porque el Gobierno del panista Marco Antonio Adame "alienta las inversiones". No explicó por qué apoyaba una construcción en litigio que no es sustentable. En entrevista vía telefónica el ingeniero Javier Aranda de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) confirmó que pese a las gestiones municipales la Conagua no ha autorizado la extracción de agua. Las 280 casas de Las Canteras carecen de líquido.

El presidente municipal. Miguel Ángel Rabadán, anfitrión de la reunión, es fiel intérprete del estilo PRD. Se adorna con grandes conceptos que ignora como gobernante. En público y en privado, Rabadán reconoce que hubo irregularidades en el cambio de uso del suelo, pero protege a la empresa negándole por escrito interés jurídico o legitimidad a los vecinos, insistiendo en que la licencia fue concedida de acuerdo a derecho y rehusándose a fincar responsabilidades contra quien autorizara el cambio en el uso de suelo: el presidente municipal interino, Alejandro Cruz.

El candidato ausente. El perredismo de Jiutepec se encuadra en la corriente Movimiento Democrático Morelense que encabeza el senador Graco Ramírez, quien está en campaña para la gubernatura de Morelos. Graco también reconoce que hubo irregularidades en el proceso, pero no hace nada por importunar a los poderosos desarrolladores o por hacer que su grupo respete el ideario perredista. No respondió a la petición de entrevista.

Jiutepec forma parte del desastre urbanístico nacional documentado por varios especialistas en la Reunión Nacional de Vivienda (León, Guanajuato, 20 de agosto de 2010. Las ponencias en www.sergioaguayo.org). Jiutepec es también otra evidencia del naufragio del PRD. En su Declaración de Principios y en su Programa de Acción glorifican a los "movimientos ambientales", al "desarrollo sustentable", a la planeación urbana "integral, incluyente y democrática", a la "construcción de viviendas y edificios que no dañen el medio ambiente", etcétera. Nada de eso se cumple en Jiutepec y otros espacios gobernados por el PRD. En este caso la única esperanza de los vecinos está en el Tribunal de lo Contencioso Administrativo.

El ejidatario. En los últimos minutos de la reunión del sábado 21 de agosto, tomó la palabra un representante del ejido Cliserio Alanís e informó que en la Sierra Montenegro (Área de Protección Natural) invasores profesionales están talando bosques, lo que los afecta. Pidió el desalojo. El alcalde balbuceó excusas y lo remitió al Gobierno del Estado. El campesino se irritó y advirtió: "Los de Cliserio Alanís somos pacíficos, pero ya nos estamos cansando. Si un día de éstos quemamos esas casas no digan que no les avisamos".

Materiales sobre urbanismo

Y comentarios en

Www.sergioaguayo.org

En la búsqueda de información colaboró Rodrigo

Peña González.

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