Después del trabajo realizado en la cancha del Universitario, vino la recompensa para el plantel del Tricolor con una fiesta en las instalaciones del hotel. (Fotos tomada de internet)
Después del triunfo, llegó la fiesta. Al parecer, la victoria contra Colombia trajo más que un desahogo para el Tri en una reunión privada que se prolongó hasta las 6 de la mañana.
Algunos elementos de la Selección aprovecharon su última noche en Monterrey con un festejo en el hotel de concentración, mismo que terminó muy entrada la madrugada de este día.
Pasada la medianoche, en las inmediaciones del que fuese el cuartel de la Verde, comenzaron a arribar algunos invitados especiales, familiares y varias chicas de muy bien ver, las cuales, incluso, continuaron arribando al filo de las 2:00 horas.
La idea de los seleccionados era salir, cada uno con su grupo, a diversos antros de la ciudad, pero ante la inseguridad que se vive en esta región los mismos jugadores optaron por rentar un salón en el hotel de concentración, situación de la que se enteró Néstor de la Torre y el grupo de prensa de la Federación Mexicana de Futbol.
De acuerdo con informes de algunas de las personas que estuvieron en la reunión, el directivo no estuvo de acuerdo en la organización de la fiesta y así se lo manifestó a los jugadores, quienes argumentaron que ya habían roto la concentración, por lo que se les permitió realizarla con una condición, que no subieran a las invitadas a los cuartos, situación que tampoco se respeto.
Se sabe que Néstor dio la indicación al grupo de seguridad que estaba en el hotel de no dejar entrar mujeres a las habitaciones, y al saber por la mañana que su medida había sido rota, dedicó su tiempo a investigar quiénes la rompieron y qué fue lo que sucedió hasta el final de la reunión.
Aunque a los elementos se les dispuso el salón denominado ‘Camino Real 1’, en donde se escuchó música de varios géneros, algunas de las jovencitas, se les vio subir a las habitaciones por los elevadores.
Huéspedes del hotel aseguraron que vieron a más de 15 jóvenes, muchas de las cuales eran acompañadas por personal de seguridad del mismo lugar. Los gendarmes les indicaron en todo momento hacia dónde moverse y en dónde podrían permanecer, antes de ser metidas (la gran mayoría), por la puerta exclusiva para los proveedores.
La fiesta terminó cerca de las 4:00 horas, pero algunas de las asistentes no abandonaron el hotel hasta las 6:00, como fue el caso de seis de ellas, que salieron de los elevadores, así como de las rampas que llevan al estacionamiento subterráneo del hotel.
Todavía, una de las chicas pasó a la recepción para recoger un jersey negro de la Selección, el cual buscó ocultar en todo momento, hasta que uno de los guardias le indicó que su taxi ya había llegado por ella.
Cuando los elementos tricolores abandonaron el hotel, esto después de las 6:30 horas, algunos evidenciaron traer desvelo, aunque argumentaron andar así “por la desmañada”, según se escuchó.
