Mayor popularidad.Mientras el Gobierno chino endurece su posición, el Premio Nobel de la paz incrementa sus seguidores.
El disidente chino y Premio Nobel de la Paz de este año Liu Xiaobo cumplió ayer 55 años, pero celebró la fecha recluido en la prisión de Jinzhou, en el norte del país, donde cumple una condena de once años de cárcel.
En declaraciones, el abogado de Liu, Shang Baojun, aseguró que las autoridades chinas le denegaron el permiso para visitar a su cliente en el día de ayer.
Sin embargo, Shang dijo desconocer si Liu Xia, esposa del Nobel, había pedido y recibido la autorización para viajar a Liaoning (noreste de China) en el cumpleaños de su marido.
"No puedo mantener contacto con ella, lo único que sé es que sigue en su domicilio en Beijing , relató el abogado.
La agencia de noticias se intentó contactar telefónicamente sin éxito con Liu Xia, quien se encuentra incomunicada y en arresto domiciliario desde que el comité noruego concediese el galardón a su compañero en octubre.
Por su parte, el Gobierno chino, que reaccionó furioso ante la concesión del Nobel al "criminal" Liu, no quiso valorar la efeméride.
"China es un estado bajo el imperio de la ley", se limitó a responder en rueda de Jiang Yu, portavoz del Ministerio de Exteriores, quien agregó que las acciones del Gobierno van destinadas a "salvaguardar la soberanía judicial de China".
Hace poco más de un año, Liu Xiaobo fue hallado culpable de "incitar a la subversión contra el Estado", como coautor de la "Carta 08", un manifiesto firmado por 3 mil intelectuales que pide reformas políticas al régimen comunista. El Nobel al disidente chino, uno de los protagonistas de las protestas de Tiananmen en 1989, fue el primero otorgado a un encarcelado después del concedido en 1935 el pacifista alemán Carl von Ossietzky, durante el régimen nazi. Hace dos semanas, su hermano mayor, Liu Xiaoguang, denunció que la cárcel le había avisado de que este mes no podrían visitar al recluso. Según el hermano, desde que el 8 de octubre se supo que el intelectual era el beneficiario del Premio Nobel, sus familiares han dejado de recibir las cartas que éste les envía desde la cárcel y tienen las telecomunicaciones controladas.
BIRMANA SIGUE CON MOVIMIENTO
En tanto, la jefa del movimiento democrático birmano, Aung San Suu Kyi, se reunió ayer con más de 300 jóvenes en Rangún para conocer sus opiniones sobre la situación del país y animarlos a colaborar juntos en el futuro. "Estamos celebrando esta reunión porque es esencial la participación de las generaciones más jóvenes en los asuntos políticos, sociales y económicos del país", indicó la Premio Nobel de la Paz de 1991 en su discurso de apertura, según la revista digital "The Irrawaddy".
La reunión se celebró en la sede de la disuelta Liga Nacional para la Democracia (LND) y se prolongó desde las nueve y media de la mañana hasta las tres de la tarde.