WASHINGTON, EU.- Millones de estadounidenses se ausentaron ayer de sus empleos para celebrar el Día del Trabajo, aunque bajo un sombrío panorama económico que podría tener repercusiones políticas en noviembre.
Aunque el acelerado declive que registraba el mercado laboral hace un año se ha frenado y la tasa de desempleo se ubica ahora casi en el mismo nivel que en agosto de 2009, el ánimo popular se ha tornado pesimista. Si bien la pérdida de 54 mil posiciones en agosto pasado fue menor que las 216 mil que se cancelaron un año atrás, esto confirma las proyecciones sobre una alta desocupación.