Gilles Dougoud, director internacional de Moët & Chandon y Dom Pérignon compara a esta bebida con James Bond y Marilyn Monroe.
Para Gilles Dougoud, director internacional de Moët & Chandon y de Dom Pérignon, el champán es mucho más que un vino espumoso: representa una de las bebidas más selectas con las que se celebra en los más grandes acontecimientos.
De visita en nuestro país, Dougoud aprovecha esta temporada para viajar a los mercados más importantes que tienen estas marcas, pues es cuando se incrementa su consumo.
"Es importante para mí estar cerca de quienes puedan apreciar una buena bebida. En México, tenemos un buen mercado porque Dom Pérignon no es para cualquier celebración, es más bien para algo muy especial. Es un producto limitado, muy escaso, porque no se produce en grandes cantidades, pues no es ese nuestro negocio, sino la calidad.
"Sabemos que México es un país que gusta de los licores fuertes, pero también sabemos que en este país les gusta celebrar los grandes acontecimientos con algo muy especial", comenta en entrevista.
EXPERIENCIA DE SABOR Gilles Dougoud se graduó de una de las escuelas más importantes a nivel internacional. En sus 27 años de trayectoria profesional, el directivo ha tenido la oportunidad de trabajar tanto en pequeñas empresas como en grandes compañías multinacionales.
Luego de trabajar con Procter & Gamble, se incorporó al mundo del lujo con la compañía LVMH. Al principio, estuvo enfocado en el área cosmética, trabajando para Givenchy, Guerlain y Christian Dior, pero poco después se sumó a las bebidas exclusivas.
La fascinación que Dougoud tiene por Dom Pérignon es total. "Es mucho más que un champán", asegura. "Es superior a cualquier vino y se puede servir en aquellos momentos importantes: cuando alcanzamos una meta o como recompensa a un gran trabajo. Reafirma los momentos de éxito".
Gilles Dougoud también lo toma en ocasiones muy especiales. No tiene un ritual en particular, pero confiesa que le gusta hacerlo en copas anchas y no en las tradicionales flautas, pues de esta forma el oxígeno que rodea al elíxir permite disfrutar mejor de su aroma y potencia la variedad de sabores.
"Cada quien puede tener su propio ritual al momento de paladear, pero es importante que se tome frío, fresco, debajo de los 10 grados centígrados.
"A mí gusta tomarlo en verano, cuando estoy dentro de una alberca, lo cual no es muy habitual, pero esta bebida es tan especial que te permite jugar con lo sobrio y con lo que es poco convencional", indicó el ejecutivo.
Finalmente, tomando como referencia esta descripción, Dougoud imagina que si Dom Pérignon fuera un hombre, sería como James Bond porque "tiene poder, estilo y es muy seductor, pero no demasiado serio, sino que puede jugar con este poderío".
En cambio, si se tratara de una mujer, sería como Marilyn Monroe. "Ella tenía mucha personalidad, mucha fuerza, era muy seductora, tenía a todos los hombres a sus pies, pero tampoco se lo tomaba tan en serio.
"De hecho, nuestra marca tiene una relación muy cercana con ella, porque la última sesión de fotos que hizo fue con nosotros, pues era un gran fanática de este legendario champán".
