Foto: RAMÓN SOTOMAYOR
El mejor cuadrangular conseguido por el ya legendario vendedor de cheves José Soto o Marín como le llaman quienes lo conocen, ha sido la entrega y el respeto al trabajo; logro que ha sido heredado a sus hijos, sobre todo a José Armando, quien ha sido su fiel acompañante por más de cuatro décadas.
El inicio
Asistir a los eventos deportivos de Torreón cuando juega Santos Laguna o Los Vaqueros, y escuchar entre las tribunas: "ya no van a pistear" o "ya tómense su caldito", se han convertido en una tradición, frases que han inmortalizado a Marín.
Estas frases, que en ocasiones resultan mucho más divertidas que los propios juegos, han sido heredadas a su hijo José Armando, con quien ha formado un equipo de venta de cerveza y son conocidos como los "Marines".
El gusto por la venta, surgió a los cuatro años cuando acompañaba a su padre a todos los eventos que asistía, pero no fue sino hasta que cumplió los 12 años, cuando se convirtió en su compañero fiel.
Pero será hasta que alguno de los dos parta, cuando termine esa pareja.
Aunque la tradición de los Marines seguirá, pues sus tres hermanos comparten su profesión.
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AÑOS José Armando ha sido durante este tiempo, el fiel compañero de su padre Marín.El toque
"Creo que el buen trato es porque es el don de gente que nos heredó mi papá", dice con orgullo Marín hijo, quien niega que exista una receta secreta para que la gente lo elija para calmar su sed.