Parecía que Rojinegros se llevaban el triunfo, pero Chivas alcanzó. Chivas saca empate de milagro
GUADALAJARA, Jal.- A Chivas le quedaba la última gota de sangre, el resultado no le favorecía y en sus espaldas ya pesaba el penalti que Marco Fabián desperdició, regalando la pelota y el traje de héroe a Pedro Hernández, quien atajó el esférico.
Sin embargo, nadie esperaba que el defensa atlista Néstor Vidrio empujara la pelota en su propio arco, tras el pase de Adolfo Bautista, para que la fiesta se quedara en casa y Chivas festejara el dramático empate 2-2 ante los Rojinegros del Atlas.
Guadalajara no fue merecedor del resultado para festejar, pero así como el Rebaño tuvo la "cortesía" para con el rival, al desaprovechar la posibilidad de irse al frente, Atlas devolvió gentilmente el gesto a tan cortés anfitrión, que durante la semana le abrió las puertas de su casa para adaptarse al polémico pasto sintético del estadio Omnilife.
El partido fue parejo en la primera mitad, a pesar de todo. Los jugadores de cantera sacaron la cara por su respectiva causa, cuando Flavio Santos, por los Rojinegros, puso al frente a su equipo al 24'. Ahí empezaron los errores del Guadalajara, luego de que Héctor Reynoso concedió ventajas en exceso al zurdo delantero que consagró su primer gol en el máximo circuito. Miguel Ponce, por los de casa, aprovechó el yerro de Pedro Hernández, al carecer de determinación y dejar la pelota a merced en el área grande para que Ponce convirtiera el empate (31').
Sin embargo, Hernández buscó la forma de lavar su error con el tanto del empate, y qué mejor oportunidad que atajar un penalti mal pateado por Marco Fabián, al 64'. Otro error que incidió en el partido; el golpe necesario en favor de los visitantes para irse al frente, y que su técnico, José Luis Mata, se decidiera a modificar, al darse cuenta que la victoria rojinegra estaba al alcance.
La estrategia casi le funciona a José Luis Mata, técnico del Atlas, quien hizo ingresar al paraguayo Jorge Daniel Achucarro, lento y falto de condición física durante la primera mitad del torneo, pero entregado, colmilludo y voluntarioso en el partido.
El guaraní ingresó a la cancha para poner el pase a Gerardo Flores, quien de cabeza, al 73', puso en ventaja a "La Academia". Sin embargo, un exabrupto de su parte en el festejo -desde la tribuna le lanzaron un antifaz que usó- le costó la segunda amarilla y el exilio en rojo, dejando a la deriva a su equipo.
Pero el último minuto también tiene 60 segundos. Néstor Vidrio, zaguero rojinegro, no contaba con ello, y tras el pase del Bofo terminó derrumbando la victoria de los Zorros y en una desconcentración mandó el balón al fondo de su portería.