Adolfo Bautista inició de titular en el partido ante Puebla y estuvo a punto de hacer un gol, pero todo quedó en posibilidades y al final el Rebaño Sagrado se fue del Jalisco sin celebrar. (Agencia Reforma)
Guadalajara, Jal.- Todo quedó en deseo, pero para alcanzar los deseos es necesario poner ímpetu y esfuerzo con una idea clara, lo cual fue una carencia sumamente evidente en el equipo de José Luis Real.
Chivas y Puebla empataron a cero goles en el emotivo adiós que tuvo el Estadio Jalisco como casa de Chivas, la cual ocupó por más de 60 años con una ceremonia al final del encuentro emotiva, pero el juego quedó mucho a deber.
Los primeros 30 minutos fueron una copia al calce de lo que transcurrió en los 60 restantes: con jugadas de aproximación de Chivas, pero con ineficiencia en el momento clave frente al arco.
Tres opciones tuvo Chivas de inicio, al 18', Omar Arellano definió mal frente al arquero, si bien pateó incómodo, su disparo ni siquiera obligó al guardameta poblano a lanzarse por la pelota.
Al 24', nuevamente Arellano desperdició una más clara opción que la anterior.
Los cambios no le funcionaron al "Güero" Real. Chivas se quedó en blanco y se despidió del Jalisco sin goles, sin victoria y sin aplausos, ya que se fueron abucheados por su afición.
El Rebaño Sagrado descansará, luego de que modificaron su encuentro de la jornada dos ante Estudiantes para jugar su amistoso de inauguración del nuevo estadio ante Manchester United. En medio de estos dos juegos, se disputará la ida de las semifinales ante Universidad de Chile en el Estadio Azteca.