Las condiciones de inseguridad y la falta de oportunidades para poder salir adelante han provocado que, en los últimos meses, 800 familias hayan abandonado las poblaciones serranas para quedarse a vivir en la capital.
El dirigente de la organización Antorcha Campesina, Pedro Martínez Coronilla, dijo que las colonias son pobladas por habitantes de la sierra, y en este momento cerca de 800 familias demandan una vivienda, porque además de la inseguridad no hay empleo.
Pero además recordó que las minas que se ubican en las regiones apartadas también han sido víctimas de la delincuencia; en estos lugares se perpetran asaltos y no se puede trabajar con plena libertad y derecho.
En el caso de lugares como Mezquital, afirmó que existe mucho resguardo; "en este momento está tranquilo pero sí hay fuertes destacamentos militares".
Desde la muerte del alcalde del lugar, Manuel Estrada, ha habido mayor presencia castrense pero sí se siente la inseguridad, "la gente tiene miedo".
En asentamientos que han sido fundados por Antorcha Campesina, dio a conocer que hay mucha gente de municipios como Pueblo Nuevo, que lo único que quiere es un lugar seguro dónde vivir.
Para apoyar a esta población que emigra a la ciudad, afirmó que se gestionan terrenos muy baratos, y con enganches mínimos de dos mil pesos y mensualidades de 200 pesos.
Lo anterior para la atención del fenómeno de la emigración a las zonas urbanas.