La Policía Federal 'clausuró' el Centro de Readaptación Social de Gómez Palacio, impidiendo la entrada de visitantes, mientras se realiza una investigación sobre la presunta salida de reos para cometer asesinatos en Torreón.
La Policía Federal "clausuró" el Centro de Readaptación Social de Gómez Palacio, impidiendo la entrada de visitantes, mientras se realiza una investigación sobre la presunta salida de reos para cometer asesinatos en Torreón.
Elementos de la Policía Estatal de Durango mantienen la seguridad adentro del penal, tras la detención de los directores, jefes de custodios y al menos 31 guardias.
Autoridades federales investigan si reos, cuya salida habría sido permitida por la directora o custodios del penal, participaron en el asesinato de 17 personas en una fiesta el domingo pasado y si usaron armas de los propios custodios.
La ex directora del Cereso, Margarita Rojas Rodríguez, y tres ex jefes de custodios, que habían sido detenidos por la Procuraduría General de la República (PGR), fueron entregados a la Fiscalía General de Coahuila, que los puso bajo arraigo de 20 días.
Las cuatro personas están bajo investigación de la PGR y la Fiscalía Estatal.
En el fuero federal, enfrentan los delitos de delincuencia organizada y evasión de reos. En el fuero común se les acusaría de homicidio y lesiones.
El arraigo fue concedido por el Juzgado Primero del Ramo Penal contra Rojas Rodríguez y los ex jefes de custodios, Roberto Enríquez Aguayo, Francisco Uranga Orona y José Guadalupe Rivas.
Los cuatro dejaron las instalaciones de la PGR en Torreón la mañana de ayer.
El subdirector del penal, José Luis Zaragoza, y los otros guardias detenidos el viernes y llevados a la PGR sólo están en calidad de presentados y no de detenidos.
'PARALIZAN' PENAL
Las actividades al interior del Cereso prácticamente se paralizaron. Personas que iban a visitar a familiares presos e incluso ex internos favorecidos con preliberaciones y que acudían a firmar en los juzgados fueron regresados en la reja exterior.
Agentes de la Policía Estatal detrás de la malla ciclónica eran los encargados de rechazar la entrada.
"Vengo a firmar", dijo un hombre que gozó de la preliberación.
"No hay nadie, venga hasta el lunes", le respondió un policía estatal.
El ex interno protestó: "¿Cómo le voy a hacer y si luego me mandan detener que por que no vine a firmar?". Pero no se le permitió el ingreso.
"No es justo, aquí se me va a echar a perder la comida", dijo una mujer que iba a visitar a su hijo preso desde hace cinco meses, a quien no se le permitió la entrada.
Unos 30 agentes de la Policía Federal, en 10 unidades, aseguraron el perímetro exterior del penal.
