El Instituto Ciudadano para el Buen Gobierno (ICBG) cerró sus puertas sin que sus comisionados, conocieran las presuntas anomalías detectadas por la Auditoría Superior del Estado.
Por este motivo el comisionado presidente del Instituto, Édgar Salinas Uribe, envió una carta al alcalde, Eduardo Olmos, otra al contralor municipal, Lauro Villarreal, y una más al secretario del Ayuntamiento, Miguel Mery, donde les solicita que informen cuáles son las irregularidades detectadas.
"Solicitamos nos den a conocer de manera oficial las presuntas observaciones por parte de la Autoridad Superior del Estado a este Instituto a fin de aclarar lo que corresponda", se lee en las cartas de las cuales El Siglo de Torreón tiene copia.
El miércoles y por falta de recursos, el Instituto cerró sus puertas, después de que el Municipio suspendiera el apoyo mensual de 250 mil pesos.
La justificación para suspender el apoyo fueron las presuntas irregularidades detectadas en marzo por la Auditoría Superior del Estado, las cuales según Édgar Salinas nunca les fueron notificadas.
Al respecto el contralor municipal, Lauro Villarreal, dijo que "si quieren" los comisionados pueden solventar las observaciones que hizo la Auditoría sobre el uso de recursos en 2009. "Y esperar el dictamen", dijo el contralor.
Villarreal afirmó que el Municipio nunca quiso cerrar el Instituto, y que esa fue decisión de los comisionados.
Por su parte, Miguel Mery dijo que para efectos administrativos, el Municipio espera la notificación oficial del cierre del ICBG, así como las renuncias de los comisionados.
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