Violencia. Efectivos de la Policía iraquí vigilan el lugar de un atentado terrorista en la ciudad de Ramadi, en la provincia de Al Anbar. EFE
Un coche bomba conducido por un atacante suicida estalló cerca de unas oficinas gubernamentales donde causó al menos 17 muertos y 23 heridos, en una provincia al oeste de la capital de Irak, dijeron las autoridades a los medios de comunicación.
Las víctimas incluyen mujeres y ancianos que aguardaban el cobro de cheques de asistencia, según las fuentes.
Seis policías figuran entre los muertos en lo que constituye el atentado más reciente contra el recinto del consejo provincial en Ramadi, capital de la provincia de Anbar, que se ha vuelto un blanco persistente de la insurgencia.
Las fuentes policiales y médicas solicitaron el anonimato debido a que no estaban autorizadas a hacer declaraciones a la prensa.
"Acudimos de prisa al complejo de oficinas y vimos muchas personas muertas y heridas que estaban tendidas en las calles'', manifestó el vicegobernador de Anbar, Saadoun Obeid, en Ramadi 115 kilómetros al oeste de Bagdad.