México, Df .- Para ellas convertirse en madres fue todo un aliciente. Amorosas progenitoras y atletas de alto rendimiento por convicción, un puñado de deportistas tricolores encontraron en la maternidad el impulso perfecto para darle un segundo aire a sus carreras deportivas. Exitosas tanto en las pistas como en el hogar, Romary Rifka, Madaí Perez y Adriana Fernández, protagonizan historias de triunfo coronadas con la sonrisa diaria de sus vástagos.
Romary suma más de siete años compartiendo su tiempo entre las dos facetas: atender a sus dos hijos y buscar la excelencia en el salto de altura.
Con cuatro décadas de vida, la veracruzana no sólo se convirtió en la primera mexicana en coronarse campeona panamericana en salto de altura ya siendo madre, sino que, tras el nacimiento de su segundo hijo, sigue siendo la mejor exponente tricolor en su especialidad.
"El atletismo lo traigo en la sangre y complemento mi pasión con otros dos triunfos: mis bebés. Se aprende a administrar el tiempo y estar presente en todos lados. Ser madre es un estímulo que más que detenerte te da ánimos", relata Romary Rifka, quien a sus 40 años está lista para participar en el Campeonato Nacional de Atletismo y buscar su lugar para los Juegos Centroamericanos.
Como Romary, otras atletas como la tlaxcalteca Madaí Pérez y Adriana Fernández se vieron fortalecidas después de convertirse en mamás. Especialista en pruebas de fondo, Madaí es, a sus 29 años, una de las cartas fuertes de México para la justa regional donde espera repetir la medalla de oro de 2006.
"Cuando nació mi primer hijo me sentí molesta porque me quitaron mis becas después de muchos años de trayectoria. Para mi segundo embarazo las cosas fueron distintas y la verdad es que para mí haberme embarazado fue genial y disfruto mucho a mis hijos", dijo la mexicana, quien se ubicó como la mejor competidora latinoamericana en el medio Maratón de Nueva York al ganar la medalla de bronce apenas en marzo.
Veterana de las pistas, Adriana Fernández se embarazó en el 2001 y logró una de sus mejores actuaciones dos años después. "Desde que nacieron mis hijos he venido de menos a más. Pensé que perdería forma con mi segundo embarazo, pero afortunadamente no fue así. Incluso pienso que desde el nacimiento de mi segundo hijo soy más fuerte", dijo.