¿Sabías que hoy las niñas son la fuerza humana más poderosa para hacer un cambio real en el mundo? ¿Lo imaginabas?
Tal es la propuesta de la campaña mundial llamada Girl Effect, basada en una estrategia muy acertada para romper el ciclo de pobreza, ignorancia y violencia en los países en desarrollo. ¡Pocos lo habían pensado!, y es muy cierto. Te platico.
"¿Qué estudias Lupita?", le pregunté a una niña de 13 años que conocí en una población de Almoloya de Juárez en el Estado de México. "Nada, hice hasta el sexto de primaria y le ayudo a mi mamá en la casa", me respondió. "¿Te gustaría seguir estudiando?". "Sí, pero mis papás no tienen dinero; sólo mi hermano siguió en la secundaria", me contestó con timidez.
A los ojos de muchos, una niña de tan sólo 12 años en situación de pobreza como Lupita, ya es una mujer, y su futuro escapa por completo de su control. Ella y millones más se enfrentan a la realidad de tener que quedarse en el hogar y en la ignorancia.
Para los padres permitir que una hija estudie significa perder la ayuda en la casa, en el campo o en el comercio; así que las niñas sufren más los efectos de la pobreza que los niños.
La alternativa para las niñas es el círculo vicioso de la miseria: al dejar de estudiar se casan casi niñas, se elevan sus probabilidades de quedar embarazadas, de sufrir violencia intrafamiliar, de contraer alguna enfermedad de transmisión sexual y, con todo esto, en la mayoría de los casos pierden la oportunidad de desarrollar su potencial. La tragedia se repite en el país entero.
¿Por qué ponerle atención a las niñas?
O Cuando una niña estudia durante siete u ocho años, se casa cuatro años más tarde y en promedio tiene 2.2 hijos menos (según información del Fondo de Población de las Naciones Unidas).
O Un año más de escuela primaria eleva su eventual remuneración en 10 ó 20 por ciento. Y un año más de preparatoria lo hace en un rango de entre 15 y 25 por ciento.
O Cuando una mujer tiene ingresos económicos lo reinvierte en su familia en un 90 por ciento, en cambio un hombre sólo lo hace en un 30 y 40 por ciento (Chris Fortson, Yale News Daily, 2003).
O Se espera que el índice poblacional de niñas con una edad entre los 10 y los 24 años llegue a su punto más alto en la próxima década, convirtiéndose en el mayor de toda la historia (Center for Global Development, 2008).
O De los 103 millones de jóvenes en el mundo que no estudian, el 70 por ciento está constituido por niñas. (Human Rights Watch, diciembre, 1999).
Si una niña como Lupita, continúa en la escuela durante la etapa de alto riesgo que es la adolescencia, se beneficiarán ella y a largo plazo su familia y su comunidad. Al prolongar los estudios será una niña con vida de niña por más tiempo, desarrollará habilidades, tendrá más seguridad en ella misma, se casará más tarde, tendrá menos niños y éstos serán más sanos, y contará con un ingreso que reinvertirá en su familia.
Todos estamos a bordo. Las cosas pueden cambiar si nos unimos para apoyar a las niñas. Te invito a que nos ayudes. En Fundación Marillac A.C. nos dedicamos a becar a jóvenes adolescentes de todo el país para que estudien la preparatoria con una especialización en enfermería y la licenciatura. La beca Transforma tiene un costo anual de sólo 15,300 pesos. Hoy, gracias a la ayuda de muchos, la vida ya les cambió a 88 mujeres como Lupita.
Informes: (55) 5550 7118 y (55) 5616 1314
Banco Santander. Cta. 92-001323674 / Suc.5847
Fundacionmarillac@live.com.mx / www.institutomarillac.edu.mx
Y acude a Fundación Origen, para cuestiones de violencia.
Informes: (55) 5520 4421
Informes@origenac.org
