El Sistema de Salud de la Universidad de Michigan investiga si el consumo de uvas hace más lenta la secuencia de alta presión sanguínea y resistencia a la insulina que causa males cardiacos y diabetes Tipo 2.
El Sistema de Salud de la Universidad de Michigan investiga si el consumo de uvas hace más lenta la secuencia de alta presión sanguínea y resistencia a la insulina que causa males cardiacos y diabetes Tipo 2.
El estudio, que presentó hoy sus conclusiones en la etapa realizada con animales, indica que los efectos de las uvas podría darse en el humano debido a compuestos fotoquímicos, antioxidantes que ocurren naturalmente, incluidos en la fruta.
En consecuencia, sugiere una dieta enriquecida con uvas en la prevención de factores de riesgo del síndrome metabólico, que afecta a unos 50 millones de personas en Estados Unidos y es precursor de la diabetes Tipo 2.
Los investigadores estudiaron en ratas de laboratorio, una cepa de investigación propensa al exceso de peso, el efecto de las uvas comunes de mesa (una mezcla de uvas verdes, rojas y negras) combinadas en forma de polvo y parte de su dieta.
Tras numerosas comparaciones entre ratas que consumían la dieta enriquecida con uvas y las que no, los especialistas agregaron calorías y azúcares al grupo de control para equilibrar estos elementos extras obtenidos de la dieta con uva en polvo.
Luego de tres meses, indica la investigación, los resultados fueron que las ratas sujetas a dieta enriquecida con uva registraron niveles más bajos de triglicéridos y una mejor tolerancia a la glucosa, entre otros beneficios.
De igual forma, los roedores mostraron una presión sanguínea más baja, mejor función cardiaca, menores indicadores de inflamación en el corazón y mantuvieron el peso corporal.
El estudio demuestra que una dieta enriquecida con uvas puede tener efectos amplios sobre el desarrollo de la enfermedad cardiaca y el síndrome metabólico y los factores de riesgo que les acompañan.
'Los fotoquímicos actúan protegiendo a las células del corazón de los efectos dañinos del síndrome metabólico', dijo el cirujano y director del Laboratorio de Investigación de Cardioprotección de la UM.
Añadió que en las ratas, la inflamación del corazón y la función cardiaca se mantuvieron mucho mejor.
Los investigadores buscaron asimismo señales de inflamación, daño oxidativo y otros indicadores moleculares de estrés cardiaco.
Las ratas que consumieron uva en polvo tuvieron niveles más bajos de estos marcadores comparadas con las que no la recibieron, un síndrome metabólico que implica un riesgo mayor de enfermedad cardiovascular y de diabetes Tipo 2.
Las conclusiones sugieren que es posible que el consumo de uvas cambie la secuencia que lleva a la enfermedad cardiaca prolongando el tiempo entre la aparición de los síntomas y el diagnóstico.
'La reducción de estos factores de riesgo puede demorar el comienzo de la diabetes o la enfermedad cardiaca o disminuir la gravedad de las enfermedades', señaló Mitchell Seymour, investigador principal.
La investigación, financiada en parte por la Comisión de Uva de Mesa de California, continuará este verano cuando inicie la prueba clínica para determinar el impacto del consumo de productos de uva sobre los factores de riesgo cardiaco.
Aún cuando no existe una correlación directa particular entre este estudio y los que deberían hacer los humanos, los investigadores recomiendan una dieta con un contenido mayor de frutas ricas en fotoquímicos, incluyendo uvas.
De igual forma recomiendan mantener un peso saludable y un incremento de la actividad física.
