La XXVIII Conferencia de Gobernadores Fronterizos México-Estados Unidos inició con una recepción y una cena privada ofrecida por el anfitrión, el gobernador de Nuevo México, Bill Richardson.
Los mandatarios examinarán hoy asuntos binacionales, con un enfoque a seguridad fronteriza, desarrollo económico y energía.
Los trabajos se efectuarán a puerta cerrada.
Richardson es el único gobernador estadounidense en la reunión, luego que el co-organizador del evento, el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, cancelara su participación.
En tanto, el gobernador de Texas, Rick Perry y la gobernadora de Arizona, Jan Brewer habían anunciado antes que no asistirían al encuentro al no estar de acuerdo que éste se efectuara en Santa Fe y no en Phoenix, Arizona, como había sido originalmente planeado.
La sede de la conferencia fue trasladada a Santa Fe luego que los gobernadores mexicanos de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas decidieran boicotear la reunión si ésta se realizaba en Arizona.
La delegación mexicana expresó así su protesta por la promulgación de la Ley de inmigración de Arizona SB 1070, que penaliza la inmigración indocumentada en esa entidad, aunque aún no entra en vigor en su totalidad al permanecer frenada por una juez federal.