Fiesta brava. El rejoneador Pablo Hermoso deMendoza durante la lidia a su segundo de la tarde con motivo de las fiestas de San Fermín.
Con el lanzamiento del “chupinazo”, el cohete que anuncia el comienzo de los sanfermines, la ciudad española de Pamplona se convirtió ayer en referente internacional de la fiesta y destino de miles de visitantes de todo el mundo.
Los nueve días de toros y fiesta dieron comienzo a mediodía con el tradicional grito de “Pamplonesas, pamploneses, viva San Fermín”, coreado por los miles de congregados en la plaza del ayuntamiento bajo un manto de pañuelos rojos.
En realidad, la primera jornada festiva había comenzado horas antes, cuando las cuadrillas se reunieron en los bares y restaurantes de Pamplona para compartir los imprescindibles almuerzos antes de dirigirse a la plaza consistorial.
Vestidos completamente de blanco, como manda la tradición, pero todavía con sus pañuelos rojos guardados en los bolsillos, los pamploneses y visitantes han disfrutado de los momentos previos al “chupinazo” en una mañana en la que se han derramado miles de litros de cava y vino.
Cuando faltaban un par de minutos para el mediodía, a los sones de clarines y timbales, los congregados levantaron sus pañuelos rojos en triángulo sobre las cabezas para cubrir con un manto rojo la plaza del Ayuntamiento. Tras el estallido del cohete, cuya mecha fue prendida por el presidente de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Pamplona, sociedad que cumple 150 años, la fiesta ha inundado un año más esta ciudad del Norte de España.
El “chupinazo” ha sido el primero de los 533 actos incluidos en el programa preparado por el Ayuntamiento para estas fiestas que, con un presupuesto total de 2.8 millones de euros (3.5 millones de dólares), ofrecerán hoy otros eventos como la celebración religiosa de las Vísperas Solemnes de San Fermín.
Los toros son los grandes protagonistas de estas fiestas que atraen cada año hasta esta ciudad española a miles de personas de todos los rincones del mundo después de que el escritor estadounidense Ernest Hemingway las popularizará en su novela “The sun also rises” (1932), traducida como “Fiesta”.
Los encierros de toros, una carrera de 800 metros por las estrechas calles del casco antiguo, son el momento más emocionante, y el más peligroso, de los sanfermines, transmitidos en directo por televisión en España y en otros países.
A Pamplona llegan cada año para probar su valor y tentar a la suerte centenares de jóvenes procedentes de lugares tan lejanos como Australia o Nueva Zelanda, de Estados Unidos, Francia, Italia Alemania, Grecia o países de Latinoamérica.
