Perseverancia. Don 'Rafa' tiene más de 50 años vendiendo lonches en un carrito que pone en un pasillo exterior del Palacio Federal.
Don "Rafa" tiene 51 años vendiendo lonches en el Palacio Federal. En ese punto le ha tocado ver manifestaciones, protestas, mítines y hasta al ex presidente Luis Echeverría, quien se detuvo a comer de sus lonches de carnitas con aguacate junto con los elementos del Estado Mayor que le acompañaban.
Rafael Castillo Soto dice que el secreto para mantenerse todos estos años en el gusto de la gente ha sido el amor, por eso sigue en la misma acera desde donde ha visto un cambio radical del paisaje, de los viejos molinos a los primeros edificios altos que se construyeron en el Centro de Torreón.
"Yo trato al cliente con amor y así les preparo sus lonches, así los atiendo, es la clave", comenta. Aunque tiene 79 años, asegura que se siente tan fuerte como siempre y ni siquiera le pasa por la mente jubilarse, pues dice que seguirá trabajando "hasta que Dios quiera".
Don "Rafa" era mensajero de Telégrafos, en el Palacio Federal, pero cuando salía se iba a un tabarete de la Ramón Corona y Matamoros, donde ayudaba a un lonchero apodado "El Chiquilín". Ahí se enseñó y pronto los clientes prefirieron su sazón al de su jefe. En 1959, los mensajeros debían irse al sureste por un traslado del personal, pero el paludismo estaba en su apogeo en esos momentos y los empleados no lo pensaron dos veces. Don "Rafa" renunció junto con sus compañeros, y mientras planeaba qué hacer con su vida recordó las decenas de veces que los comensales lo felicitaban por sus lonches y decidió poner su propio negocio.
Como había trabajado en el Palacio Federal, regresó a este sitio, le dieron le oportunidad de vender y aquí comenzó con una canasta y unas tijeras, para adaptar poco a poco su sencillo tabarete, hasta que logró implementar un sistema que le permitiera hacer los lonches al instante.
Uno de los lonches más famosos de don "Rafa" es el "presidenciable", que fue el que le pidió Echeverría, con doble carne, aguacate y dos rebanadas de queso amarillo. Aparte, tiene otras 13 especialidades, desde el más básico de queso hasta el mixto. "Recuerdo muy bien que me pagaron con un billete de 500, de aquellos tiempos, me pidieron la cuenta y eran como 300 y pico de pesos pero me dijeron que me quedara con la feria por los envases de refrescos que se habían llevado para que se comiera sus lonches don Luis", comentó el septuagenario, quien está casado y tiene tres hijos, uno de ellos, incluso, ya jubilado.
Don "Rafa" es originario de Ojuela, Durango, y estudió Contabilidad. El lonchero señaló que anteriormente las condiciones eran muy distintas en Torreón, porque la gente podía dormir en la vecindad con la puerta abierta sin temor y actualmente se encierran lo más que pueden para tratar de estar seguros aunque sea en sus casas. En el negocio, la competencia le ha afectado mucho, porque inició vendiendo 300 lonches y después del sexenio de Carlos Salinas de Gortari, su venta fue disminuyendo con la recesión económica y las adversidades que se fueron presentando. "Sale para vivir, ahorita vendo el 10 ó 20 por ciento de esos 300 lonches", comentó. Para don "Rafa", su mayor satisfacción es que ha podido sostener a su familia, atender a su esposa y darle estudios a sus hijos con un trabajo donde tiene la oportunidad de hacer feliz, por instantes, a la gente, con un buen lonche.
LO DIJO
10
"Trato al cliente con amor y así le preparo sus lonches, así los atiendo, es la clave"
Rafael Castillo Soto
Lonchero
A 20 es lo que vende actualmente don "Rafa", a comparación de cuando empezó.
