El Consejo de Seguridad y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenaron hoy en los términos más enérgicos los ataques con bomba ocurridos la víspera en Uganda, que dejaron alrededor de 70 muertos y cientos de heridos.
Los ataques, considerados los más graves registrados hasta ahora en Uganda, se produjeron en dos locales de la capital de ese país, Kampala, en los que se proyectaba la final del Mundial de futbol.
'El secretario general espera que los perpetradores de estos horrendos actos sean llevados ante la justicia y sean procesados', dijo Ban, en un comunicado emitido este lunes.
Por su parte, en una declaración leída por Joy Ogwu, embajadora de Nigeria ante la ONU y actual presidenta del Consejo de Seguridad, este órgano ofreció sus condolencias a los familiares de las víctimas, así como al pueblo y al gobierno de Uganda.
Asimismo, llamó a enjuiciar a las personas involucradas en el ataque, desde sus perpetradores, hasta sus facilitadores e individuos que lo financiaron, y reiteró la necesidad de combatir el terrorismo en todas sus formas.
'El Consejo de Seguridad reafirma la necesidad de combatir por todos lo medios las amenazas a la paz y la seguridad causadas por actos terroristas', asentó Ogwu.
De acuerdo con reportes de prensa, el grupo somalí al-Shabab, afiliado a la red Al-Qaeda, confirmó este lunes la autoría de los crímenes como una venganza por la participación de tropas de Uganda en la misión de la ONU en Somalia.