Un cabecilla de uno de los cárteles más poderosos de México, fue sentenciado ayer a 40 años de prisión en Estados Unidos.
El juez de Distrito en San Diego, Larry Burns, aplicó ayer la máxima sentencia posible a Jesús "Chuy" Labra Avilés, de 61 años, por su papel como líder en el contrabando de marihuana y cocaína.
El narcotraficante había sido detenido en 2000 en Tijuana y se declaró culpable de tráfico de drogas ante las autoridades estadounidenses.
El abogado de Labra, quien fue entregado en extradición en 2008, había pedido una sentencia de 25 años en consideración al tiempo que el sospechoso pasó encarcelado en México.