Recomendación hace 30 años. el edificio de la sección 44 del SNTE lucía en su máximo esplendor
El secretario general de la Sección 44 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Esteban Aguilar Ravelo, admitió en su discurso que la rehabilitación de su edificio magisterial se entregó inconcluso, pues "faltan áreas a las que necesariamente se les tendrá que prestar atención".
Y es que la cafetería, el estacionamiento, el gimnasio y la Casa de la Cultura fueron remozadas. Pero queda pendiente la rehabilitación del teatro-auditorio, la sala de acuerdos, el elevador, la sala de cómputo y un área de oficinas para el sindicato.
Dijo que el proyecto integral lleva un 55 por ciento de avance y que, hasta ahora, se han gastado 14 millones de pesos, cinco de los cuales fueron gracias al ahorro de los sindicalizados por prestaciones del Gobierno del Estado.
El pasado jueves se reinauguró el inmueble de dicha sección sindical, ubicado en la esquina de Cuauhtémoc y Negrete.
Cuestionado sobre la razón por que fue inaugurado sin estar concluido, el dirigente sindical justificó: "Nosotros teníamos indicación nacional de que todo lo que, en su momento, haya sido inversión de los gobiernos de los estados, que tendríamos que hacer nuestros eventos antes de las elecciones".
Negó que fuera por cuestiones políticas y dijo que influyeron los compromisos que tiene el sindicato: "Si no era esta fecha, a nosotros se nos complicaba porque como secretarios generales tenemos la próxima semana una salida posiblemente por 15 días y ya no estemos".
En el acto de reinauguración, el dirigente sindical refirió: "Dice el dicho que lo que mal empieza mal acaba y es que, en su tiempo, era uno de los más modernos edificios en el ramo hotelero; desafortunadamente siempre fue motivo de división y encono entre nuestro gremio, es decir, no supimos -y hay que reconocerlo- administrar la riqueza que teníamos ante nosotros, de tal manera que derrochamos la riqueza que teníamos y los recursos que generaba una empresa de esta envergadura".
Y agregó: "El tiempo no perdona y llegó a constituirse en una carga tributaria muy pesada para la organización, además del deterioro físico y el abandono en que se encontraba (...) llegando a correr incluso el riesgo de derrumbe, representando un peligro latente para los usuarios y usuarias de este gimnasio".