Morelia no tuvo mayor problema para finiquitar la serie ante Guadalajara, al que derrotó 1-0 (global 5-2), para así conseguir su pase a semifinales, Elías Hernández (Izq.) metió el único gol del encuentro. (Jam Media)
No hubo necesidad de pisar el acelerador, ni siquiera un desgaste mayúsculo de la monarquía para defender lo que adelantó en el estadio Morelos la semana anterior, pues Guadalajara se entregó por completo en el encuentro de vuelta de los cuartos de final de la Liguilla por el título en el torneo Bicentenario 2010, luego de que Monarcas ganara en calidad de visitante por marcador de 1-0 y un global de 5-2.
La anotación del encuentro fue obra de Elías Hernández, la cual definió una historia ya escrita desde el sábado pasado.
Muy pronto en la Liguilla se fueron los que quedaron sembrados como los primeros dos lugares en la tabla general, dejando lugar a los verdaderos merecedores de seguir peleando por el título en el torneo mexicano.
Guadalajara fue un equipo sin corazón ni alma desde el momento de salir a la cancha, pues el planteamiento de José Luis Real fue la piedra angular para que el Rebaño se despidiera pronto del torneo.
De poco sirvió el Feng-shui, las técnicas de meditación y otras medidas tomadas recientemente por la directiva de los rojiblancos.
Chivas parecía muy cómodo en la primera mitad, como si fuera el de la ventaja: un solo delantero para hacerle daño a los michoacanos, mientras que, en contraparte, Monarcas no dejaba lugar a las incógnitas, con sus mejores hombres en la cancha tanto a la ofensiva como atrás, señal de que no especularía.
El primer tiempo no reflejó indicios de ser un partido de Liguilla, un juego pobre en cuanto a calidad y cantidad de opciones, Monarcas fue inteligente y no pisó el acelerador a fondo, pues no había necesidad, entendiendo la poca urgencia que Guadalajara demostró, a pesar de los esfuerzos individuales de Báez, Solís y el "Chatón" Enríquez.
Tal y como en el duelo ante el Atlas, por la penúltima jornada del Bicentenario 2010, el "Güero" Real se equivocó al presentar un cuadro carente de ambición. Todo hacía pensar que Chivas resignaba el torneo local para enfocar todas las pilas en la Copa Libertadores, aunado a la decisión de "descansar" a Omar Arellano, luego de que la FMF diera a elegir al Rebaño entre el delantero y Héctor Reynoso, pues ambos cargaban con una sanción.
Y la parsimonia del Guadalajara, a pesar de sus cambios ofensivos para la parte complementaria, no dio para más: Monarcas se cansó de esperar, de jugar al ritmo que Chivas le dictaba, de esperar a ver cuándo prendían la mecha a las emociones y prefirieron victimar las aspiraciones rojiblancas, luego de una jugada por izquierda, donde Luis Gabriel Rey metió un centro que remató el nobel Sansores y quedó a merced para Elías Hernández, quien entró por derecha y cruzó su disparo para vencer a Liborio Sánchez y clavar otra alcayata al ataúd rojiblanco, construido, al mismo tiempo, con la madera de la apatía del Guadalajara, que en el primer tiempo pudo hacer más, y prefirió cruzarse de brazos ante el tren de las oportunidades, que esperó mucho tiempo más después de la última llamada.
Al 23' del complemento, Monarcas tuvo, en dos ocasiones, la posibilidad de enterrar a Chivas, la más clara fue la primera, la de Hugo Droguett, quien quedó mano a mano frente a Liborio Sánchez, pero éste impactó su disparo en la humanidad del guardameta, y posteriormente Christian Pérez salvó de nueva cuenta al Guadalajara.
A Chivas sólo le queda encarar la Copa Libertadores, que el próximo martes tendrá su encuentro de ida ante Libertad de Paraguay, en los cuartos de final.