Narcolucha. Imágenes de la droga confiscada por la policía brasileña en la favela más peligrosa de Río de Janeiro. AP
La policía de Río de Janeiro mostró ayer a la prensa más de 40 toneladas de marihuana y 300 kilogramos de cocaína confiscados durante su invasión de dos de las favelas más peligrosas de Río de Janeiro, aunque seguía buscando a los narcotraficantes hasta en las cloacas de la zona.
Además de las drogas, la Policía confiscó cientos de motocicletas, 15 automóviles y armas que iban desde pistolas hasta fusiles militares. "Es la primera vez en la historia de Río de Janeiro que hemos podido capturar este volumen de materiales y armas ilegales en una sola redada policial'', dijo Marcos Maia, coordinador de las fuerzas especiales de la Policía. Sin embargo, la Policía reconoció que muchos de los cerca de 600 pandilleros que se cree se escondían en las favelas vecinas de Vila Cruzeiro y Complexo do Alemao se habrían escapado. Los agentes los buscaron el lunes y el martes en un laberinto de desagües de tormentas. Un comunicado dijo ayer que esta semana la Policía arrestó a 124 personas y detuvo a 148 y que había 37 muertos.
Un número no determinado de pobladores de la zona sufrieron heridas por balas perdidas o esquirlas de bombas caseras que usaron los narcotraficantes. Además, cuatro policías resultaron lesionados. La operación policial fue una respuesta a una ola de robos e incendios de unos 100 vehículos que las bandas de la droga desencadenaron la última semana, furiosas por un programa de seguridad pública que creó puestos policiales permanentes en 13 favelas y planea extenderse a otras.
'La década de AL'
A pesar de la crisis económica en 2009, "América Latina no tuvo un deterioro social como se hubiera podido esperar", aseguró ayer en entrevista la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, quien destacó que se avecinan tiempos de bonanza que la región debe aprovechar.
"Esta es la década de América Latina", manifestó la responsable de la Comisión Económica para AL, convencida de que la región ha orientado su rumbo hacia la prudencia macroeconómica, el progresismo social y la innovación productiva. "América Latina está en muy buen pie para decidir a dónde quiere ir en los próximos diez años para transformar sus ventajas comparativas, que están dirigidas a las materias primas, hacia ventajas competitivas".