Tragedia. Imagen de archivo del 25 de julio de 2000 que muestra a bomberos trabajando en el accidente del Concorde, en Gonesse.
Parientes de quienes fallecieron al desplomarse un avión Concorde hace 10 años se reunieron ayer cerca de París para llevar flores y deambular por el lugar donde se estrelló la aeronave supersónica.
En el hecho murieron 109 pasajeros y cuatro personas que estaban en tierra cuando se desplomó la aeronave, destruyendo la reputación de esos aviones. Un veredicto contra los responsables del accidente aún es esperado en una Corte francesa.
El Concorde, que transportó a los ricos y famosos en vuelos trasatlánticos durante tres décadas y podía viajar dos veces más rápido que la velocidad del sonido, suspendió sus servicios en 2003.
Unos cien familiares, testigos del accidente y funcionarios de Air France acudieron a las ceremonias de conmemoración por el décimo aniversario de la tragedia, que ocurrió poco después que el avión despegase del aeropuerto Charles de Gaulle. La aeronave se estrelló contra un hotel en Gonesse, un suburbio parisino.
Air France trajo a parientes desde Alemania, de donde era la mayor parte de las víctimas, y les dio flores para que colocaran en un monumento erigido en Gonesse. El programa del Concorde era operado por Air France y British Airways.
Una pareja apretaba sus manos al ver el monumento, hecho de vidrio transparente con un pedazo de ala de avión atravesándole. Los presentes depositaron flores en silencio y algunos funcionarios hablaron brevemente.
Luego, familiares de los muertos caminaron detrás del monumento, deambulando en el campo donde se estrelló el avión y alguna vez estaba el hotel con el que chocó.
