En problemas. El actor de la Meca del Cine tiene cuentas pendientes con la justicia española.
MÁLAGA, ESP.- El actor escocés Sean Connery y su esposa han alegado motivos de salud y problemas de la edad para no acudir a la cita que tenían ayer en un juzgado de Marbella para declarar en unas diligencias en las que están imputados por un caso de corrupción urbanística.
Fuentes judiciales informaron que Connery, de 80 años, envió esta semana un fax al Juzgado de Instrucción número 1 marbellí en el que asegura que está a disposición de la Justicia y que está al tanto de las actuaciones del órgano judicial.
Al no acudir a la comparecencia, se abre la posibilidad de que se libre una comisión rogatoria para continuar con la tramitación de esta causa, denominada Goldfinger.