Embarazada. Pese a su estado, la cantante de Tijuana rindió un gran espectáculo y escondió su embarazo con un vestido muy holgado.
Noche de “chelas” (cerveza), música y un poco de canciones para el alma. La cantante Lila Downs llevó el poder de su música a la Ciudad del Trueno (Tajín, en Veracruz) y compartió lo mejor de su repertorio... sin embargo, para muchos de sus seguidores quedó a deber alguno que otro tema.
Con grandes deficiencias en el sonido, el nicho de la música recibió a la oaxaqueña, quien pródiga levantó el vuelo acompañada de su grupo de músicos, y de parte del público, que vale decirlo aguardó paciente y respetuoso el espectáculo de Julieta Venegas, la siguiente cantante anunciada en el cartel. Igual que los voladores de Papantla, Lila se presentó liviana y levitó como si tuviera alas; planeó y despeñó por los acantilados de las tonalidades de su voz... tierra mítica inabarcable.
Su voz/tierra mitológica despertó a gran parte del público, el cual parecía adormilado por su desgarrado canto. Justicia, Border, La Viborita,
Los Pollos, interpretada a dúo con Gilberto Gutiérrez de Mono Blanco y, entre otras, Paloma Negra, fueron los hilos con los que Lila Downs bordó en el manto de la noche y desgarró el alma de uno que otro con el tema del gran José Alfredo Jiménez.
Es tanta su pasión y amor por México, que durante el espectáculo la cantante dedicó un poema a la Ciudad del Trueno. Madurez musical, solvencia y mucha mexicanidad caracterizaron el recital de esta cantante, quien participó en la banda sonora de la película Frida con el tema Burn It.
APOYA LA LEGALIZACIÓN DE LAS DROGAS
La cantautora Julieta Venegas fue broche dorado en la noche de la música en la ciudad arqueológica de Tajín.
Barriga contenta, corazón contento, música contenta... todo en esta menuda mujer es felicidad porque presentó nuevo disco titulado Otra Cosa, tiene dentro de sí un bebé y fuera suyo un público leal, compuesto por miles de jóvenes, que esperaron por ella las dos horas de retraso y la mala sonorización que ha privado cada noche en este recinto veracruzano.
Éxitos fueron y vinieron, manos en lo alto, coros interminables, complicidades inacabables... definitivo, Julieta Venegas y Lila Downs han sido lo más fuerte del cartel que este año se presenta en la Cumbre Tajín.
“Me siento un poquito rara”, dijo al público justo antes de cantar el tema Lento; en la que efectivamente se notaba cuidadosa al moverse y sin tocar el acordeón, instrumento que la hiciera famosa.
La cantante minutos antes de subir al escenario comentó con los medios de comunicación, que ella estaba a favor de la legalización de las drogas en nuestro país y espera que pronto ese tema se toque entre la cúpula política para que se termine con la violencia surgida en el Norte de México y en la cual se han perdido muchas vidas.
La cantante fue quien verdaderamente triunfó en esta noche al presentar parte de lo que es su nuevo disco y con el cual, afirma ha cambiado su forma de vida y de pensar.
Venegas también no dejó de presentar los viejos temas con las que ha llegada a escalar los primeros puestos en las listas de popularidad en la radio tanto de México como en Latinoamérica, donde es considerada una cantante con éxito.
