Resguardo. El operativo de seguridad, con elementos enfundados en armas de grueso calibre, se mantuvo durante la marcha. JOSÉ ANTONIO RODRÍGUEZ / EL SIGLO DE DURANGO
Durango
Tras concluir una marcha pacifica en la que participaron estudiantes, alumnos, "autoridades de la UJED" e incluso algunos políticos, Salvador Rodríguez Lugo desconoció a Patricia Herrera Gutiérrez como rectora, al igual que los nombramientos que ella hizo.
Manifestó que en su carácter de rector interino, promovió un amparo provisional, ante las instancias federales competentes contra la Reforma a la Ley Orgánica de la UJED que se realizó al seno del Congreso Local y con la que se viola la autonomía d la casa de estudios. Esto con miras a lograr el veto definitivo de dichos cambios.
Dijo que es un atentado contra la Educación Superior Pública y la violación a la Constitución en su artículo tercero y que ya se cuenta con el respaldo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) y otros organismos de los que forman parte.
Diversas universidades del país ya se manifestarán en el ámbito nacional para apoyar la autonomía de la Universidad Juárez, entre tanto, que el Consejo Universitario sigue adelante e incluso el 8 de octubre estará constituido para elegir rector.
EN PAZ
"Vean como nos manifestamos ante la intención de robarnos la libertad, con algarabía pero con respeto y sin violencia", refirió quien dijo ser aún rector, por decisión del Consejo Universitario vigente, quien también preside la Comisión Electora, que despacha en su domicilio legal, en la biblioteca de la Universidad.
Por su parte Rubén Calderón Luján, quien también participó en la movilización, fue escueto en sus palabras, pero sostuvo estar en la marcha porque comparte el sentimiento de inconformidad de todos los presentes.
Entre tanto los demás participantes lanzaban consignas relacionadas con la exigencia de libertad, además de entonar durante gran parte de la marcha, Si Juárez viviera, que chin... les pusiera".
VIGILANCIA
El helicóptero de Gobierno del Estado, mantenía la vigilancia en torno a la Plaza IV Centenario, lugar en donde concluyó la manifestación, al cual se dirigían las mantas y algunas consignas verbales cada vez que se acercaba.
Por su parte, elementos policiales del grupo antimotines resguardaban las instalaciones del Congreso del Estado y el Palacio de Gobierno, para evitar algún hecho violento, que nunca se suscitó y se distinguió sobre todo por los "goya" y los grito de "paro, paro", por parte del sector estudiantil.