Zozobra. Delincuentes van hasta los campamentos de constructores y les piden combustible.
La delincuencia organizada afecta a trabajadores en la zona serrana del estado de Durango a tal grado de pedir las cosas "en buen plan" con tal de no hacerles daño.
A los constructores que trabajan en aquellos rumbos y que montan campamentos se les ha exigido que entreguen su combustible.
"Ésa es la queja, que llega gente armada para exigir gasolina o diesel. A ellos no les queda más que ceder y ponernos a trabajar. Por esta razón hemos guardado nuestras distancias", afirma el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Alfonso Diez Rubio.
En cuanto a robo de maquinaria, dijo que se ha incrementado y en torno a vehículos, mencionó que esto se ha dado en algunas carreteras.
Afortunadamente, dijo "los traslados se realizan en vehículos para el trabajo, los que casi no llaman la atención de los delincuentes". Situación distinta es, dijo, cuando se viaja en autos o camionetas de lujo.
SIRVEN DE 'CHOFERES' Algo similar les ocurre a los trabajadores de Diconsa, quienes han sido víctimas de asaltos en tiendas y almacenes y han tenido que desviar sus rutas para "complacer" a los delincuentes.
Luis Fernando Alvarado Ríos, subgerente de la Unidad Operativa Durango, informa que la mayoría del personal ha sido víctima de amenazas por parte de grupos criminales no identificados.
"El problema más grave lo han tenido los transportistas, quienes ingresan a poblados enclavados en la sierra cada dos semanas y han tenido que desviar sus rutas para llevar a personas a otros lugares para no ser identificados por otras células, o simplemente les indican que no pasen por determinado lugar", dijo.
Incluso, es probable que se suspendan operaciones en el almacén de San Dimas debido a los índices de inseguridad.
La recomendación es "no se resistan", aseveró Alvarado Ríos". El menor de los incidentes es cuando el consumidor que va a a la tienda, compra a crédito y ya no regresa a pagar.
ALFONSO DIEZ RUBIO
Presidente del CCE