Estimados amigos, hace algunos días una de las principales noticias de carácter nacional fue la de que nuestro estado recibió el nada honroso primer lugar a nivel nacional en obesidad, un grave problema de salud de consecuencias ampliamente difundidas.
Uno de los principales motivos por el que pensamos en hacer ejercicio es el problema de sobrepeso u obesidad, esta última puede definirse como un peso corporal que excede en más del 20% el nivel deseado para una edad, sexo y complexión esquelética determinados, o como un exceso de grasa corporal en el cual los riesgos de salud comienzan a aumentar. Los hábitos equivocados de alimentación y un estilo de vida sedentario son identificados como las principales condicionantes para esta alteración de la salud.
El exceso de peso corporal y la obesidad representan una amenaza tanto para la calidad como para la cantidad de vida de quien los padece. Los individuos obesos tienen una esperanza de vida más corta y mayores riesgos de enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, hipercolesterolemia, diabetes mellitus, determinados tipos de cáncer, apnea del sueño, ronquido, enfermedades pulmonares obstructivas crónicas y osteoartrosis de la columna vertebral, caderas y rodillas.
La obesidad puede ser causada por un balance inadecuado de la dieta, por comer con exceso, por desequilibrios hormonales, por factores genéticos y por falta de actividad física. La medicina del deporte interviene en este importante problema de salud mediante la planificación de adecuados programas de alimentación y ejercicio físico.
La modificación en la cantidad y origen de las calorías y el aumento del consumo de las mismas mediante el ejercicio, son modos efectivos de reducir el peso y la grasa corporal, normalizando al mismo tiempo la tensión arterial y los perfiles de lípidos de la sangre y evitando o retrasando trastornos como la diabetes.
En la preparación de un buen programa integral de actividad física destinado a un individuo en concreto se debe obtener una completa información relativa al estilo de vida y a los hábitos del interesado. El estudio debe incluir una encuesta nutricional, sobre el consumo de tabaco y alcohol, así como de los hábitos de actividad física. Es necesaria además una adecuada valoración del estrés y muchas de las veces apoyo de la psicología para la consecución de las metas.
Es importante recibir una adecuada orientación a fin de evitar riesgos innecesarios, de manera inicial, y si su estado actual de salud se lo permite un buen inicio puede ser el caminar, ya que es un ejercicio natural que además nos brinda la oportunidad de planificar e iniciar de buena forma el día. Nuevamente los invito a seguir un estilo de vida saludable. ¡Hasta la próxima!
Dr_jorgemgalvanz@hotmail.com