Estimados amigos, qué manera de cerrar la intensa semana deportiva, el festejo del pasado sábado en el Coliseo Centenario dejó satisfechos a todos los aficionados que asistieron a la tan esperada segunda corrida del año.
Y qué forma de corresponder a la participación de la famosa Banda de Zacatecas, que contribuyó a crear un ambiente propicio para disfrutar de una agradable noche de toros, dando oportunidad a un pequeño espacio entre el orden de la lidia para disfrutar de tres magníficas interpretaciones con un juego de luces que realzó la presencia de sus bien uniformados integrantes, sin duda alguna un gran acierto por parte de la administración del Coliseo.
En cuanto a la lidia, el matador Federico Pizarro cargó con un lote difícil, en su primer toro hizo cosas de mucho valor, aún con una herida fresca recibida apenas el pasado domingo, que por desgracia fueron poco apreciados por el público, en parte por falta de emotividad y fuerza en la embestida de su primer burel, al que dio fin con una muy buena estocada. En su segundo turno, de inicio y por la presencia de su socio, se esperaba una mejor suerte, que por desgracia no llegó, abrevió la faena ante la poca colaboración de un burel que se caía después del tercio de varas.
La participación del rejoneador navarro Pablo Hermoso de Mendoza siempre es apreciada, sobre todo porque se le nota un enorme gusto al actuar en estas tierras, tal y como lo percibimos al platicar con él momentos antes de comenzar la corrida, la responsabilidad de llevar el peso del cartel se aligera ante la seriedad con que afronta sus compromisos. Para esta presentación trajo consigo 10 cabalgaduras de su cuadra, de los cuales no hay por cuál tomar preferencia, ya que todos están altamente educados, el público siempre reconocerá la entrega, tal como lo hizo la noche del sábado.
Y para Antonio García "El Chihuahua" una noche redonda, nos ha regalado con pares de banderillas que técnicamente no fueron lo mejor pero eso sí cargadas de un gran valor y exhibición de recursos físicos con pares de poder a poder en sus dos toros, un par al violín en el segundo y todos de gran exposición; en su segundo toro y sexto de la noche, sin lugar a dudas el de mejor juego, nos ha regalado con un quite por "zapopinas" y una sacudida a la memoria al pegar dos pases recargado en tablas bebiendo de su cáliz, como lo llegó a hacer en algunas ocasiones nuestro inolvidable Valente Arellano, faena llena de entusiasmo que conectó con el público dejando un gran ambiente para beneplácito de los aficionados.
Esperamos la actuación de Arturo Macías "El Cejas", quien apenas salió del hospital el pasado jueves después del percance en Valencia, el próximo 13 de abril en la feria de Sevilla ante los imponentes toros de Palha. Que haya suerte. ¡Hasta la próxima!
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