Estimados amigos, las afecciones del pie son problemas frecuentes en la consulta médico deportiva, algunas de las cuales ofrecen marcada resistencia para su resolución, en esta ocasión abordaremos el tema fascitis plantar, una de las lesiones más frecuentes.
Anatómicamente, la fascia plantar está formada por una banda gruesa de tejido que tiene por finalidad dar sostén a los huesos de la parte inferior del pie. Cuando la fascia se inflama causa dolor que de acuerdo a su intensidad puede ocasionar dificultad para caminar.
Entre algunos de los factores que condicionan para el desarrollo de esta lesión encontramos: problemas con el arco plantar, tanto por pie plano como por arco pronunciado, la práctica frecuente de alguna actividad atlética, obesidad, o bien, aumento de peso repentino, así mismo puede ser manifestación de alguna otra afectación en la biomecánica del pie como puede ser una tensión excesiva del tendón de Aquiles. Se ha tratado de asociar este trastorno con el espolón calcáneo, sin embargo las manifestaciones clínicas se observan tanto en personas con este trastorno o sin él.
El síntoma más común es dolor en la parte inferior y media del talón de predominio matutino, que desaparece paulatinamente con la actividad en el transcurso del día, el cual puede volver a presentarse posterior a un periodo de reposo, el dolor puede aumentar después de periodos largos de caminata y puede mejorar con el reposo al final del día.
Entre los hallazgos físicos podemos encontrar rubor, inflamación y sensibilidad en la parte inferior del pie. Se pueden tomar radiografías a fin de descartar otros problemas, sin que esto sea determinante.
El tratamiento médico por lo general es suficiente, y consiste en el uso de antiinflamatorios, ejercicios de estiramiento, en ocasiones plantillas para los zapatos, uso de férulas nocturnas, la cual, de acuerdo a la gravedad, puede utilizarse durante el día, en ocasiones puede practicarse una infiltración de la zona previa valoración. La fisioterapia es un auxiliar valioso en la resolución adecuada del problema. En ocasiones se tendrá que recurrir a la liberación quirúrgica de la fascia tensa e inflamada. ¡Hasta la próxima!
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