Estimados amigos, llegó a su fin la Copa del Mundo con una ríspida final inédita entre Holanda y España, con predicciones y todo, por fin el futbol español alcanza un justo premio a años de espera. Amables lectores, permítanme dedicar esta columna a mi esposa e hijas, fieles seguidoras de los Beatles y de la "Furia Roja".
Es de admirarse la demostración de disciplina de ambos representativos, el equipo holandés con su ya conocida rotación de perfiles en su sistema sin que nadie se diga "desubicado", y el equipo español con su equilibrio y disposición al futbol de lucimiento y entrega, en donde cada elemento asume su responsabilidad y el sacrificio, las dos selecciones apretaron los dientes en una final en la que el árbitro permitió de todo.
Hasta el mismo pulpo Paul, desde el viernes pasado había elegido a un habitante distinguido en ese fantástico jardín ideado por los Beatles para cantar y bailar la victoria, y bien que Puyol lo honró multiplicándose por el sector defensivo como un digno émulo del crustáceo, bien defendiendo o dándose la oportunidad de incomodar al rival al aparecer de pronto en el área enemiga, con la convicción que sólo los grandes de espíritu pueden ejercer al vencer sus propias y conocidas limitaciones, las que quedan minimizadas cuando un auténtico guerrero así lo decide y contagia a sus compañeros de línea con un aguerrido e incansable Sergio Ramos, Piqué en funciones de sacrificio y la sobriedad de Capdevila, el gran respaldo en el arco de Íker Casillas, quien creció a la par de su equipo en el campeonato hasta llegar a ser factor determinante en la gran final para la obtención del campeonato.
La "Furia Roja" llega a la cumbre guiada con la excelsitud de Iniesta, un crack fuera de serie no apreciado a plenitud por permanecer alejado de los reflectores mediáticos, llevando con sapiencia a un equipo decidido a seguir a su líder, con Busquets en tremenda exhibición de inmensa efectividad callada y apreciada en toda su extensión para quien distingue la importancia de una posición excelsamente ejecutada y las brillantes participaciones a demanda de los Xabis actuando como solistas y apareciendo en su momento para acompañar magistralmente al gran director, dando la nota de solistas, y la gran exhibición de jugar en la ofensiva por Pedro y Villa así como la agradable sorpresa por Nava.
Digno premio y homenaje para un hombre entregado al futbol, alejado del protagonismo como Vicente del Bosque, con un inicio criticadísimo que hacía temer por un prematuro regreso a casa, sin embargo aguantó las embestidas para llegar a las instancias finales, aún con los señalamientos por el pase con mínimas diferencias. Y el reconocimiento para el seleccionado de Holanda, que si bien abusó del juego duro, al final tuvo un detalle que sólo los grandes pueden tener al formar el pasillo para el paso del campeón. Por otra parte, enhorabuena para Sergio Cerezos, que con brillante actuación salió por la puerta grande al cortar las dos orejas a "Lentamúsica", toro de su alternativa, el sábado pasado en el día de la vaquilla, fecha grande de la Feria del Ángel en Teruel, España. ¡Hasta la próxima!
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