ENTREGA TOTAL Estimados amigos, espero que estos días de asueto sean de provecho para todos ustedes y que puedan ser partícipes del Centenario de la Revolución Mexicana y su desfile, tradicionalmente deportivo.
El título de esta columna no se refiere a la famosa canción del maestro Alberto Pulido, que en los años 60's se hiciera famosa por la inigualable interpretación de Javier Solís, sino a dos recientes manifestaciones de lo que representa la pasión y la forma de entregarse por algo que en verdad te gusta.
El primer ejemplo se refiere al minero chileno Edison Peña, quien recibió la oportunidad de participar en el maratón de Nueva York como estímulo por haber superado el encierro involuntario que vivió junto a sus compañeros en el famoso caso de la mina de San José en la República de Chile. Es de reconocer que ni el aislamiento ni las condiciones adversas para la preparación, incluida la lesión de una de sus rodillas, fue suficiente para detenerlo en su afán de correr los 42.195 kilómetros, gran reto atlético que además de preparación física exige una enorme voluntad y templanza, en el cual el chileno esperaba participar únicamente como espectador. Queda para la anécdota el relato de los 69 días de zozobra, y detalles de su preparación en condiciones adversas, también para su discusión el señalamiento de búsqueda de notoriedad, lo que tal vez se puede minimizar con la fe, esperanza y determinación que demostró, mismas que lo acompañaron en el trayecto de la carrera.
Y el otro caso es el de Octavio García "El Payo", quien en la corrida de inauguración de la temporada grande de la Plaza México sufriera tremenda voltereta en el segundo toro de regalo. En meses pasados "El Payo" había sufrido una gravísima cornada que puso en serio predicamento la continuidad de su carrera, los momentos vividos en este nuevo percance hicieron pensar lo peor, sobre todo por el mecanismo de la caída, pero no se contaba con la enorme voluntad de este joven torero que volvió al ruedo para terminar su actuación en una muestra de entrega total a su profesión, lo que motivó el total reconocimiento del público asistente. Quedan pues estos dos ejemplos recientes de profesionalismo, entrega y pasión que bien pueden ser aplicables a todos los deportes y actividades de la vida.
Por otra parte, se lleva a cabo la Copa Alemán, coordinado por el profesor Luis Cueto y con la entusiasta participación de delegaciones de instituciones educativas locales y foráneas, aprovechando el puente revolucionario. ¡Hasta la próxima!
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